Narcís Comadira. Foto: Marta Sempere

Cátedra. Madrid, 2016. 392 páginas, 17€

Es una sorpresa y un acierto que la ejemplar colección Letras Hispánicas de Cátedra publique esta amplia antología bilingüe del poeta Narcís Comadira (Gerona, 1942), uno de los mejores no sólo de aquel grupo que se dio a conocer en español gracias a La Nueva Poesía Catalana, de Joaquim Marco y Jaume Pont, sino de la poesía española de entresiglos. Seleccionados por él mismo, los poemas se agrupan temáticamente. Los acompañan un prólogo de Vicente Molina Foix (que tira del poeta hacia su escuela novísisma), una introducción de Jaume Subirana, editor literario del volumen (donde analiza, por partes y con solvencia, su poética) y un epílogo de Dolors Oller (que describe, en forma de itinerario, la obra del gerundense). Oller es una de las traductoras, junto al citado Molina Foix, Félix de Azúa, José Agustín Goytisolo, José Corredor-Matheos, Ferran Lobo y Jordi Virallonga aunque el peso fundamental de esa tarea recaiga en José María Micó, que realiza una brillante labor digna de elogio.



"In limine" consta de un solo y extenso poema: "El arte de la fuga", que da de inmediato la medida de la poesía "culta y reflexiva" de este poeta y pintor partidario del diálogo con todas las tradiciones y del "pensiero poetante", que remite a Leopardi, del que tradujo sus Cantos. Sus maestros: Llull, March, Verdaguer, Carner, Sagarra, Pla, Foix y Ferrater. Y Vinyoli, Eliot, Larkin o Auden.



"Lugares" agrupa versos dedicados a la ciudad y la arquitectura, una de sus pasiones, a aquellas en las que ha vivido o visitado (de ‘viajero reflexivo' le califica el editor), su natal Gerona ante todas (a la que dedicó un libro) y Londres, donde residió.



Subirana afirma que "su escritura es física, localizada y que su espacialidad es intelectual", por más que prime, como en el conjunto, la claridad lingüística propia de un mediterráneo al que lo único que le importa es la vida. "Hechos"(donde leemos "Álbum de familia"), "Emblemas" (imágenes que representan conceptos, como el tiempo o la piedra), "Poéticas" (donde aparecen los imprescindibles "Halconería", "El escalofrío" y "Confesión": ‘Tú, Verbo todopoderoso, tú, única claridad') y "Cuatro largos" (entre ellos, "Un paseo por los ardientes bulevares" y "Cuarentena") componen un libro cargado de belleza, rigor y coherencia. El de alguien que ha escrito: "Lo importante es ser poeta. El problema es serlo".