Alejandro Salse

A vueltas con la soledad y la nostalgia, Alejandro Salse Batán (Vigo, 1991) se retrata en su primer libro, Estación en curva (Letour1987) como un profundo conocedor de la tradición más honda de nuestras letras. Sin efectismos, he aquí un joven poeta que baja a la plaza para comprobar, entre mujeres que sujetan sus ganas y niños que vuelan al ver las palomas, que "la vida/se basta/ para mil literaturas". Promete.



Con dosis precisas de belleza, misterio e intensidad, los tres versos de cinco, siete y cinco sílabas que componen un haiku deslumbran y emocionan. Hiperión, que lleva años publicando magníficas antologías como Haikus de amor o Haikus en el corredor de la muerte entre otros, lanza ahora Haiku de las estaciones, en edición bilingüe de Alberto Manzano. Una fiesta llena de intuiciones, sencillez, y fogonazos de melancolía gracias a los versos de Basho, Shiki o Issa. A fin de cuentas, hoy como ayer "Llueve en toda la tierra/Pero más/ en mi morada".



La polémica en torno a la poesía escrita por mujeres ha rescatado del olvido a autoras como Alfonsa de la Torre (1915-1993), primera mujer galardonada con el premio Nacional de poesía, en 1951. Torremozas reivindica su figura reeditando la obra premiada, su Oratorio de San Bernardino, con una introducción de Elena Medel y dos cartas inéditas de De la Torre que acompañan a este Oratorio, cuajado de musicalidad y fe, que es "una sola y larga Oración por la paz", en palabras de la poeta.