Javier Vela

Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2017. 80 páginas. 11,90 €, Ebook: 6,99 €

Javier Vela (Madrid, 1981, aunque vinculado a Cádiz, donde dirige la Fundación Carlos Edmundo de Ory) es autor de Aún es tarde, La hora del crepúsculo (premio Adonais), Increado, el mundo, Tiempo adentro, Imaginario (premio Loewe a la Joven Creación), Ofelia y otras lunas (premio Ciudad de Córdoba) y Hotel Origen. Llega Fábula, un libro breve pero muy bien trabado que el autor ha dividido en seis partes. Se abre con una más que elocuente cita de Wallace Stevens: "La poesía es la ficción suprema".



Sobre esa base, la del "carácter falsario de la memoria" y la manipulada "noción de verdad", Vela levanta su obra. Y lo hace en forma de prosa, aunque a uno le parezcan más bien versículos, siquiera sea por el tono hímnico y hasta épico que a veces alcanza sin que falte lo inspirado y surrealizante. En "Correspondencias", los referentes de ese discurso son el cine y la televisión (de series como Perdidos o Juego de tronos. En "El país de Amara", nombre de la protagonista de la historia amorosa de su penúltimo libro, leemos: "Pero el amor no basta: haced sitio al amor".



Lo atlántico y lo mediterráneo se funden en "El Sur", donde irrumpe lo civil. En poemas como "Esperando a los bárbaros" o "Campo del Sur". "Retrato de familia" es acaso la parte más lograda del libro. O la más sustancial. También la más explícita. Ahí, "Pequeñas sediciones", "Retrato de familia", "Cuando éramos mayores". En "Habla el fabulador", la más autobiográfica, se atiende al asunto de la identidad movediza: "por qué no ser también / lo que no somos?" En "Invocaciones", por fin, "es la escritura misma la que se convierte en el objeto de la enunciación", algo muy stevensiano: "Escribir, escribir, como si camináramos / por un hilo invisible / para buscar a tientas el corazón del otro".