Opinión

Ovillejos heréticos

10 enero, 2001 01:00

Acabo de aterrizar de mis vacaciones navideñas (y no daré pistas de dónde, que ya les contaré en qué avispero literario me metí con eso del polvorón) y la primera en la frente. Fray Josepho enseña los colmillos a diestro y siniestro (que, por cierto, ...vaya recuerdos, el patio se anima), la Galería P-9 se apunta al comando caspa y organiza una exposición sobre Tamara y a Bocelli me lo apalean. ¡Cómo empieza el milenio!

Tiemblen tirios y troyanos (como diría mi retórico Sánchez Dragó). Acaba de aparecer un poético vengador justiciero. En su libro Opera herética, el enigmático fray Josepho arremete en versos impecables (romances, sonetos, ovillejos, seguidillas) contra políticos de signos opuestos (Fraga, Ruiz Gallardón, Solana, Rodríguez Zapatero, etc.), académicos (Francisco Rico, Cebrián...), notorios personajes públicos (Manglano, Mario Conde...), trepadores varios y corruptores de nuestra malhadada enseñanza. Lectura imprescindible para quien desee tener otra perspectiva de esta moderna eurocorte de los milagros sometida al azote zumbón de un Quevedo redivivo. Casi nada.

Para pie quebrado el de John Le Carré, que ya se reconoce abiertamente como espía. Siempre lo sospeché pero sólo ahora el autor de La Casa Rusia acaba de confirmar a la BBC que fue reclutado en la Universidad y que además disfrutaba mucho codificando mensajes secretos para la Inteligencia Británica. Tal fue su entusiasmo recordando sus aventuras que los del Ministerio de Cultura lo quieren fichar para que intercepte los mensajes de los topos y submarinos que atestan los pasillos de la Casa de las Siete Chimeneas. Y va a saber qué es diversión el bueno de Le Carré, que lo que se cuece allí sí que son intrigas de palacio y conspiraciones de salón. Lo contaré próximamente en verso y rimado.

Y para que vayan abriendo boca, aquí les envío un enigma: ¿cuáles son, a juicio de la crítica latina, las mejores autoras hispanoamericanas del siglo que se fue-fuese-y-no-hubo-nada? Pues Olga Orozco, Clarice Lispector, Alejandra Pizarnik y Gabriela Mistral son las más mencionadas, aunque no faltan ni Blanca Varela ni Rigoberta... Menchú (?).

Más elecciones "de lo mejor". Fernando Botero es, para los principales medios colombianos, el personaje del año 2000, quizá (¿quizá?) por esas donaciones de dos museos, con doscientas obras propias y cien de su colección privada, obras de Picasso incluidas. Ya lo dijo el profeta, el altruísmo os hará genios.

Parece que mi bella Paula Izquierdo ha recogido en sus Cartas de amor salvaje algo más que un epistolario de amantes Entre ellas están algunas de Unamuno y Delfina Molina, tomadas del epistolario publicado por Nieves Pinillos (Delfina, la enamorada de Unamuno, Madrid, 1999). Lo malo es que mi bella Paula no toma de aquí sólo el texto de las cartas, sino muchos de los comentarios y aclaraciones de Nieves Pinillos, casi siempre literalmente, sin utilizar comillas y sin señalar su origen. El cotejo de coincidencias literales ocuparía varias páginas. Se trata de una apropiación indebida o, para evitar términos jurídicos, de un vergonzoso y descarado plagio.

Otras, en cambio, se engañan con la gran ilusión, como Concha García Campoy, que tiene vocación de pelota. Me sale así y así lo digo. Personajes como Trueba y Bardem se han ruborizado con tanto lametón como recibieron en su programa. Otra menos pelotillera es Cayetana Guillén Cuervo pero se mueve en el mismo registro. Menos mal que me queda Gasset y Garci para aprender un poquito de cine.

Los palos al supuesto tenor Bocelli se multiplican. Ahora ha sido el New York Times quien se ha lanzado a criticar su montaje. Mientras tanto, Zubin Mehta continúa hablando maravillas del cantante invidente. Las malas lenguas dicen que él también se ha vuelto invidente y también sordo, aunque sólo de voluntad.

Quienes se han quedado ciegos y sordos son los de la Galería P-9 de Madrid que, con este nombre de comando guerrillero, han realizado una emboscada al buen gusto organizando una exposición sobre Tamara Seisneuronas. La locura continúa.

Ah! ya hay nombre para la gerencia de la Orquesta de Valladolid. Se trata de Valentina Granados, hasta ahora asistente de Javier Casal en el Teatro de la Zarzuela. También hay nombre para dirigir esa extraña Vida breve que quiere ofrecer la Comunidad de Madrid en el Teatro Real para turistas. Será Pedro Halffter, que se apunta un nuevo tanto. ¿Es que no había un título más taquillero? ¿Para qué quieren producciones propias como Carmen?