Opinión

Las facas locas

28 febrero, 2001 01:00

Se extiende el llamado mal de las "facas locas". Ya hay demasiados duelos, demasiadas peleas en el "ok culturral". Cortés y De Cuenca parecen salidos de "Cuatro bodas y un funeral", Masoliver ha abierto la puerta de los truenos, López Cobos no tiene quien le escriba en el Ministerio, Domingo, solo ante el peligro ...diez días antes y algunas editoriales destilan imaginación.

Bajan turbias las aguas provincianas y rencorosas con La puerta del inglés del crítico literaria Juan Antonio Masoliver Ródenas, novela autobiográfica abarrotada de retratos terribles, por lo despiadado, de muchos filólogos, críticos y escritores, apenas embozados con leves cambios en nombres y apellidos. Así aparecen, entre otros, Enrique Vil- Amat, Cabreo Infante, el cítrico Nacho Gurría o el profesor Pobre. Una perla: "Soy Amanda Glande, de los Glandes de España, una Glande y libre, ése es mi lema" (pág. 187). Hay quien ya está afilando la faca y ruge venganza...

Domingo de marras y pelea de gallos. No hubo facas pero casi. Hay que reconocer que venció por "K.O" Miguél ángel Cortés a Luis Alberto de Cuenca. El secretario de Estado de las culturas exteriores presidió el ingreso de Calvo Serraller en la Academia de San Fernando mientras el secretario de Estado de Cultura interior se tomaba unas copas en el coctel matrimonial del pianista Joaquín Soriano.

Argentina celebra estos días el centenario de Norah Borges cuando apenas acabamos de superar la resaca del de su hermano, Jorge Luis. Para que no decaiga, la editorial Crítica está dispuesta a publicar seis conferencias inéditas del argentino, sin encomendarse a nadie ni pasar por caja-Kodama. Ya les contaré como acaba la cosa.

Los jóvenes lectores de Harry Potter tienen hoy su última oportunidad de dibujar la portada española del cuarto libro de aventuras, Harry Potter y el cáliz de fuego, gracias a un concurso organizado por la editorial Salamandra y todos los FNAC de España. Al menos en este caso, la ocasión no la pintan calva, sino niño, mago y con gafas por más señas.

La Casa del Libro sigue creciendo: después de la inauguración, hace meses, de la nueva Casa de Barcelona, vienen Sevilla (junto a la calle Sierpes), Vigo y Madrid (en pleno centro comercial, y que tiemblen). Lo de menos serán los descuentos, y lo de más, me dicen, la selección de personal, porque los quieren menos tenderos y más libreros.

De San Juan de la Cruz y Alberti a Octavio Paz, Valente, Lorca y Neruda, cuarenta y ocho voces se unen hoy en recital de Lola Herrera y Chete Lera para celebrar el cuarenta aniversario de "Tierra de hombres", una organización en favor de la infancia. Poemas, prosas , ensayos, artículos, teatro... palabras conjuradas en un concierto de y sobre la palabra y la esperanza.

Los genios de la publicidad editorial (miedo me da llamarles editores) no saben que inventarse. Lo último es enviar, junto a un libro de aventuras marineras, una botella de ron gran reserva por aquello, y cito textualmente, de "aliñar la lectura con una buena copa". Será para que la crítica sea cálida y vea, si no más lejos, al menos dos veces.

Plácido Domingo llegó a Madrid bastante antes del esperado estreno de Parsifal, echando por tierra todas las maledicencias de unos cuantos enemigos que aseguraban llegaría un par de horas antes. No un par de horas sino más de diez días antes. Poco antes de aterrizar en Madrid recibió de manos del alcalde Giuliani la llave de la ciudad de Nueva York pero el acto, gozoso como son siempre este tipo de actos, tuvo un cierto sabor a despedida. Mejor dicho, a principio de despedida. Plácido advirtió que los años no pasan en balde y la voz de los tenores los notan. Sin embargo dio una soberana lección de canto en la gala que le organizaron para festejar su cumpleaños.

Me entero por la prensa", dijo Jesús López Cobos cuando supo de la concesión de la medalla de las Bellas Artes. Y todo pudo haber sido una broma de buen o mal gusto, porque hasta hoy sigue sin enterarse por Amorós o por quien corresponda del Ministerio de Cultura. Claro que peor andan en Sevilla. Alain Lombrad no sabía nada de su nombramiento como nuevo titular de la Sinfónica de la ciudad. Ni por la prensa, porque a París no llegan los diarios andaluces. Se enteró cuando, tras anunciarlo, alguien en la Junta andaluza se dio cuenta que el futuro titular no sabía nada de nada. Fácil arreglo: un avión y a negociar a posteriori.

A quien he visto esta semana un poco bajo es a Boadella. Parece que está descansando de sí mismo. Permanece atrincherado en Pruït, su "taller" de artillería escénica y lo único que quiere es que llegue el momento de estrenar el 19 de septiembre en Barcelona su trilogía catalana de Pujol, Pla y Dalí. ¿Maaás?