Opinión

La tiranía de las vísceras

11 abril, 2001 02:00

Toda la soledad de Marina Castaño es poca para lo que nos espera el Día del Libro. ¡Qué avalancha de novedades, qué de premios -alfaguaras, azorines, primaveras- nos esperan! Y mientras, Erice sigue perdido, Millás lo vende todo al productor Cerezo y Garzón se aparece más zarzuelero que nunca. Le pediré Audiencia.

Marina Castaño ya está en capilla. El 9 de mayo sale en Planeta Toda la soledad, que así se llama su primera novela, en torno al regreso de una escritora al pueblo donde pasó un verano de su adolescencia. Dicen que está que no está. Que no se encuentra, vamos, de puro nervio y temor, mientras aquilata su presencia en los medios.

Es inevitable. Cada vez que se habla de los programas de libros en televisión se pone como ejemplo al bueno de Bernard Pivot, que empezó en la cultura de penalti. Pues nada, se jubila y como por estos pagos de lo suyo sólo sabíamos eso, que era muy bueno, lanza unos vídeos con lo mejor de lo mejor de sus veintiocho años.

El cineasta Víctor Erice está missing. Todo el mundo me pregunta por él y todo el mundo me manda recuerdos. Mientras, Nickel Odeón le prepara un monográfico y Trueba no encuentra a la niña de sus ojos para protagonizar el "embrujo" de Marsé. Este trío de genios cada vez me confunde más. Amor y odio, como se sabe, son la misma cosa en los laberínticos pasillos de Lola Films.

Hablando de productores y productoras, el que está encantado es mi amigo Millás, que no saben cómo anda el hombre de agradecido con Enrique Cerezo, que le ha comprado su novela no sé si ocho o nueve veces para distintas productoras. Qué gusto con Cerezo, ¿verdad Millás?

El editor Mario Muchnik la volvió a montar en Salamanca, en la Universidad nada menos, sin ofender a nadie directamente esta vez. No le hizo falta. Sólo leyó una crítica literaria aparecida en un periódico. Y como lo suyo es mantenella, ahora insiste con lo mismo en "Letra Internacional". Impresionante pero, ¿le pagará derechos al crítico criticado? ¿Lo editará también?

Pasó por Madrid la finlandesa Leena Lander para presentar la traducción de su novela La isla de las mariposas negras. Estas finlandesas me chiflan: son como un niño con una caja negra de tristeza dentro, pero luego se alegran por cualquier cosa. Que se lo digan a Jesús Pardo, traductor y presentador, que aún se está recuperando del achuchón que le pegó.

Vimos desde Parma la Gala del Centenario de Verdi, pero les contaré otras cosas de Parma que quizá no conozcan. Como que suponía el debú de Domingo en la ciudad. Tanto como fracasó Cura, que no quiere volver a pisar el Real y por eso ya no veremos ni Payasos ni Cavalleria rusticana. En estos días cantaba June Anderson la Casta Diva y la cosa no iba muy bien. Sonó un móvil y su propietario, en vez de apagarlo, abrió la conversación. Su interlocutor debía estar cabreado y la sala escuchó: "Va fan culo" y otras lindezas. "¡Que lo apague!" dijo alguien y otro saltó: "No, que lo deje, que está mucho más afinado que la soprano".

Al final no llegó la sangre al río entre argentinos, entre Hugo de Ana y B. Alonso, director técnico del Teatro Real. Ambos coincidieron años ha en el Colón de Buenos Aires y el segundo le hizo la vida tan imposible al primero que éste se largó. Ahora se han reencontrado en el Real, pero De Ana no es rencoroso y sabe lo que le debe: al cabo, gracias a eso pudo empezar una carrera internacional.

No deja de causarme inquietud la repetida presencia en ópera y zarzuela del juez Garzón, a quien no se le había visto mucho por tales lares. Estuvo a ver la historia de Santa Rosalía -La colomba ferita- y en el Don Carlo. Vamos, que sólo faltaba que se hubiera presentado para encausar a Felipe II por atentados contra la humanidad, a éboli por acostarse con el monarca y al infante por subversor.

Desde el año 1943 llevaba perdido el manuscrito del Viaje al final de la noche, de Céline. Por fin han aparecido sus 900 hojas. ¿Se revisarán las ediciones que se han publicado hasta ahora? De momento, se conforman con vender el manuscrito. Lo demás, ya se verá, que el franco es el franco...

El best-seller ¿Dónde estará mi queso? ha cambiado, en las últimas ediciones, de traductor. La versión es casi idéntica, pero parece que asuntos de royalties han llevado a sustituir a Montserrat Gurguí por José M. Pomares. "Si hubiéramos sabido que iba a vender tanto", debieron pensar...

El glamour de la semana se lo llevó la lechera, la de Burdeos, y Manuela Mena, toda una colosa. Luego, parece que fuese y no hubo nada, o eso al menos dice, escocidillo, Fernando Checa. Ya les contaré...

P.D. Esto lo ha escrito Miguel Delibes: "Los médicos salvaron mi vida, pero me la rompieron. Sólo vegeto. Ni me divierto ni trabajo. Vivo la tiranía de las vísceras. Creía en la convalecencia, pero veo que son achaques vitalicios". Pura poesía, puro drama, pura vida.