Opinión

El cirio pascual

1 mayo, 2003 02:00

Hete aquí que esta Semana Santa cogí un ramito en el pico para festejar el final de la primera guerra y me disfracé de Paloma Blanca. Revoloteé por muchos sitios, pero mi viaje más productivo me llevó a Cuenca. Debutaba yo en el veterano festival de música religiosa, ahora relanzado por el mago Antonio Moral, que descubrió que Galicia está muy lejos, hay chapapote y no le gustan las indecisiones de los políticos locales y decidió que Cuenca no sólo está más cerca sino que en Semana Santa los medios de comunicación le prestan toda la atención del mundo porque no hay más tela que cortar.

Moral combina allí los platos contundentes de la cocina conquense -La Creación o el Stabat Mater- con los aperitivos más exquisitos -los Biber- e invita a unos y otros. Acudieron todos los críticos. Todos pudieron ver al director del Coro Nacional con el diapasón pegado al oído durante las Cuatro piezas sacras verdianas que salieron un poco profanas. Pero lo mejor de todo fue mi revoloteo por la cúpula de la Catedral tras dicho concierto. Allí, cirio en mano, estaba la plana mayor de toda la prensa musical cantando "lo tenemos levantado hacia el Señor". Todos, los habitualmente acertados, los errados y los herrados, que de todo hay en la viña del Señor. ¡Qué místicos ellos! Así se entiende tanta bondad crítica. Claro que hubo un trío de agnósticos que abandonaron al Señor antes de tiempo y en penitencia les vi gemir "Padre, por qué nos has abandonado" mientras esperaban en vano un taxi bajo la lluvia para ir de tapas a la Ponderosa ya que a las once casi todo había cerrado en Cuenca.

Tanta bondad crítica y también tan poca inspiración. Porque inspiración y fervor poco pudieron hallar en la Misa catedralicia. La iglesia se equivoca de lleno. La religión precisa de puestas en escena y haría bien en coger algunos de los muchos registas que sobran en la ópera para que les mejoren unas misas cada vez más paupérrimas e insípidas. ¿Por qué guardan las casullas y demás tesoros en las sacristías para sólo enseñarlas a cambio de euros? Las misas especiales precisan la oscuridad de las velas, el incienso, la riqueza ornamental y hasta el latín. No se puede celebrar una misa a todo watio, de blanco inmaculado y con una palangana en el suelo con cuatro tablas para encender los cirios. Voto de pobreza sí, pero ni tanto ni tan calvo. beckmesser.com