Opinión

Woody vuelve por Navidad

6 octubre, 2005 02:00

Miguel Delibes, Woody Allen y Oriol Bohigas. Abajo, José Saramago y Philip Glass

Palazuelo, un joven genio de 90 años. ¿Se hará el sueco con Delibes el jurado del Nobel? Philip Glass y los idiotas. Los peligros del Quijote. Las cartas cruzadas de Oriol Bohigas y Brossa. Grass, Soyinka, Gordimer, Rigoberta Menchú, Saramago y Esquivel, de nuevo de manifiestos cubanos. Cultura asume parte de la deuda del Liceo.

No seré yo quien intente sobrevivir a la lotería del Nobel, pero ¿recuerdan que ya les avisé, hace unos meses, de que una comisión de la Academia Sueca había ido a Valladolid para visitar a Delibes? Si al final cae en Vargas Llosa, Pamuk, Philip Roth, Kadaré, Paul Auster, Kapuscinski o en un autor exótico y desconocido, no será porque no conozcan también a uno de los más grandes, se hagan lo suecos o no.

Y luego dicen que Don Quijote no es peligroso. Que se lo digan a los ¡siete! actores de la Compañía Nacional de Teatro mexicana que estaban ensayando el Quijote de Bulgakov para el Festival Internacional Cervantino y, subidos en una plataforma situada a cinco metros de altura, hacían acrobacias. Se vino abajo, y el que no tiene un esguince se ha roto las costillas y la moral. Vamos, que han salido peor parados que el Caballero de la Triste Figura tras pelear con los molinos por lo que el director de escena ha suprimido la plataforma de marras, ya que, si no, el elenco se negaba a estrenar en Guanajuato.

A Woody Allen le gusta mucho España (que sí), o le horroriza pasar las Navidades en su casa (que también). Vamos, que este año también va a pasar las fiestas por estos pagos, y así, el 23 de diciembre actuará con la New Orleans Jazz Band en Vitoria, contratado por el Ayuntamiento por unos 120.000 euros de nada.

Palabra de Philip Glass: "Políticamente, no sé de ningún país que esté conforme con quienes los gobiernan, con el ‘liderazgo’ que tienen; nadie cree, y es terrible: los idiotas están dominando el mundo. Sucede lo mismo en Alemania, Francia, en todos lados". ¿Desafina el maestro, simplemente provoca o dice lo que otros piensan?

Si no fuese un estafador, Alberto Vilar daría hasta pena. Al seudofilántropo cubano que se gastó 225 millones de dólares ajenos en donaciones a compañías como la ópera Metropolitana de Nueva York (20 millones), y la ópera del Kirov de San Petersburgo (14) le llueven los merecidos desaires. La Royal Opera de Londres le acaba de quitar su nombre al atrio del edificio por no cumplir su promesa de donar 18 millones, de los que sólo pagó 8 y ajenos. Sólo por eso su nombre continuará apareciendo en la lista de benefactores de la compañía.

¿Por qué no me sorprenderá nada que entre los 4.000 escritores que piden la libertad de cinco cubanos presos en Estados Unidos acusados de espionaje (la Isla ha reconocido que sí lo son, pero que sólo espiaban a los exiliados de Miami), estén Rigoberta Menchú, Adolfo Pérez Esquivel, Grass,Wole Soyinka, Nadine Gordimer, y Saramago?

Hay cartas que no tienen desperdicio, como las que reúne ahora Oriol Bohigas en su Epistolario, interesantísimo aunque carezca de fechas y notas que contextualicen cada misiva. La excepción es una de mis preferidas, la que Joan Brossa le envió a Bohigas en mayo de 1993, cuando el arquitecto era responsable de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona y le concedieron al poeta una medalla al Mérito Artístico. "Parece -escribe Brossa- como que me ha caído una mancha de aceite en la camisa y no he sido suficientemente oportuno para evitarlo. Pero la mancha se ha esparcido cuando he sabido que esta medalla [...] ha sido otorgada a dos instituciones de las cuales es bien conocido que utilizan las obras de arte para comprar aceptación social".

Más divertidas son las que intercambia en un periódico Toni Iturbe con sus lectores. Resulta que el periodista debutó en la novela con Rectos torcidos, la historia de un enfermo de colon irritable, y la presidenta de una asociación de afectados se ha sentido ofendida por lo escatológico de algunas descripciones. Total, que Iturbe ha tenido que salir del armario gástrico y confesarlo: "Hola, me llamo Toni y tengo colon irritable", para reivindicar con humor que salgan a la luz sus sufrimientos, por apestosos que resulten.

Yun apunte que me llega desde lo más profundo del mundo musical, que últimamente está que arde entre tanto derroche lírico. Bueno, pues alguien tendrá que aclarar qué poderosa razón ha llevado al Ministerio de Cultura a asumir una parte tan importante del déficit generado por la mala gestión de Josep Maria Caminal al frente del Teatro del Liceo, tal y como plasman los próximos presupuestos generales del Estado.

PD: Mi admiradísimo Pablo Palazuelo cumple noventa juveniles años esta semana. ¡Felicidades!