Opinión

Madrid, al Matadero

12 enero, 2006 01:00

Plácido Domingo, Manolo Escobar y John Stewart. Abajo, el escritor Orhan Pamuk y Alberto Anaut

Gallardón, cual sonda Mars Express, busca vida cultural entre las múltiples zanjas de Madrid. JRJ y Tagore, en la Feria del Libro de la India mientras el centenario de García Gómez se traslada a El Cairo. Nuevo trío de Domingo en el Mundial de Alemania... Y de Manolo, claro, a Escobar.

El Ayuntamiento de Madrid tiene entre manos varios proyectos cuturales de enjundia. Parece claro que Gallardón quiere dejar su impronta, hoy por hoy todavía sepultada bajo las obras, y no va a dejar escapar la posibilidad de crear un centro espectacular que lleve su sello. ¿Será el Matadero? Los lectores de El Cultural saben ya que el conjunto arquitectónico de Arganzuela, antiguo Matadero de Madrid, ha acogido el proyecto de Testmadrid con las intervenciones de varios artistas, y que será sede también de la Fundación ARCO. Otras entidades culturales, como la Fundación Sánchez Ruipérez, irán para allá para lograr un conjunto atractivo para artistas y gestores culturales con ideas alternativas y novedosas. Lo que no sabemos todavía es quién va a gestionar su puesta a punto aunque el nombre de Alberto Anaut y su Fábrica protagonizan las murmullos culturales. Recuerden que Anaut fue elegido por el Ayuntamiento para diagnosticar la inexistencia de vida cultural en Madrid en un informe que recorrió todos los medios y es el creador e impulsor de PHotoEspaña. A estas alturas, sus buenas relaciones ya nadie las pone en duda.

Coincidiendo con el cincuenta aniversario de la muerte de Juan Ramón Jiménez, la Feria Internacional del Libro de la India, que se celebrará del 24 al 28 de enero, va a homenajear al poeta, más tal vez por ser el traductor, junto a Zenobia, de Tagore que por su indiscutida altura poética. Se ve que las relaciones culturales entre España y la India, pobretonas ellas, pasan únicamente por Juan Ramón y Tagore.

Quizá porque el tiempo es relativo, ahora los centenarios duran cien años y una octava. Eso, al menos, creen los responsables del Instituto Cervantes, dispuestos a subsanar el olvido del centenario de García Gómez organizando en el Cervantes de El Cairo, que dirige Luis Moratinos (hermanísimo del ministro) unas conferencias sobre el arabista, aún no se sabe cuándo ni con quién. Más vale tarde que en el próximo centenario y medio, aunque ¡menudo zejel compondría don Emilio con estos desatinos!

Jubilados como trío de hecho los Tres Tenores, Plácido Domingo ya tiene listo su menage a trois operístico para la gran Gala Musical del Mundial de Alemania de 2006. Será el 7 de julio, dos días antes de la gran final, y junto al madrileño cantarán el tenor mexicano Rolando Villazón y la soprano rusa Anna Netrebko. Vamos, que que habrá que olvidar Torna a Sorrento y repasar algún que otro corrido mexicano para no desentonar.

Parece que el juicio contra el gran Orhan Pamuk, que se reanuda el próximo 16 de enero, puede acabar como rosario de la mañana. Como saben, el escritor turco, autor de Nieve, fue acusado por ultraderechistas de traición al estado por comentar el genocidio armenio perpetrado por los turcos ¡a comienzos del siglo pasado! No pintaba muy bien, pero, además del manifiesto de los premios Nobel en su defensa, el mismo ministro de Exteriores turcos ha reconocido que todo este lío judicial perjudica la imagen del país y tal vez las aspiraciones de Turquía a ingresar en la Unión Europea.

Se sabe que Manolo Escobar tiene debilidad por el arte contemporáneo, pero no deja de sorprender que un director especializado nada menos que en Thomas Bernhard, el catalán Xavier Albertí, le haya dirigido su último espectáculo: De Manolo a Escobar. Ahora reaparece en la escena con un halo de intelectualidad, gracias a la ocurrencia del Teatro Romea de Barcelona (para más señas, lo dirige Calixto Bieito y lo gestiona Focus). Un montaje ideado por Marc Rosich, que pretenden huir del Manolo tópico -el de mi carro y viva España, claro- para bucear en el Manolo más misterioso.

Y en Hollywood andan alborotados ante la gran decisión de la próxima gala de los Oscar, el 5 de marzo: ¿quién será el maestro de ceremonias? Obligados a seducir a públicos jóvenes, el año pasado lo intentaron con el cómico Chris Rock, pero según los datos de audiencia, la jugada no funcionó. Billy Cristal, que ha presentado la ceremonia en ocho ocasiones, no está dispuesto este año a repetir. Obligada a tomar una decisión de urgencia (lo normal es que en octubre ya se hubiera anunciado al "anfitrión" de la gala), la organización ha ofrecido el puesto a la estrella televisiva John Stewart. Totalmente desconocido fuera de su país, ha presentado los Grammy en un par de ediciones, lo que le acerca a la filosofía moderna que el viejo Hollywood quiere imprimir a su fiesta. En todo caso, ¿cuándo tendrán en cuenta al resto de espectadores mundiales de la gala?