Arriba, la escritora cubana Zoe Valdés, Adrien Brody y la bailaora María Pagés. Abajo, Paul Newman y la actriz Charo López.

Los vocalizzi de Gassman. Paul Newman o la salsa del triunfador. Zoe Valdés y el merengue que le montaron los castristas en la Feria de Santo Domingo. La revista "Salina" celebra sus veinte años. María Pagés recorre Asia con Sevilla y Sevilla se lo agradece. Charo López y José Sancho o cómo reponer en la cartelera madrileña en primavera. Brody se "empapa" de cultura española en el Reina Sofía.

Leo con curiosidad los poemas de Vittorio Gassman que acaba de publicar Visor bajo el titulo de Quiebros en edición bilingöe, y descubro la pasión del genial actor por la poesía. "Qué vergöenza no ser poeta", escribe en uno de sus Vocalizzi, muchos de ellos inspirados en el teatro y en los que la muerte se pasea junto a Hamlet, Otello, Brecht y Artaud. Abundan las confesiones, la ironía, su visión de la muerte… y de sí mismo.

Me cuentan por lo menudo las aventuras y desventuras de Zoé Valdés, en la Feria del Libro de Santo Domingo, y no tienen desperdicio: al parecer sufrió amenazas antes, durante y después, y no debían de ser ninguna broma porque las autoridades le cosieron un par de guardaespaldas durante su estancia. Además, fue presentada como escritora ¡canadiense! para no molestar al embajador cubano, y en la Feria le esperaba un centenar de castristas enfundados en camisetas negras con la cara de Hugo Chávez insultándola. En fin, ahora entiendo por qué su próxima novela se titulará Bailar con la vida (Planeta). Porque lo de la Feria fue un cha-cha-cha...

Un amigo de esta Papelera (que también los hay, no vayan a creer) me advierte del 20 aniversario de una espléndida revista literaria llamada "Salina". La creó la profesora y poeta Sara Pujol, de la Universidad Rovira i Virgili, y desde hace dos décadas la hace el mismo equipo, sin cobrar un euro, sin premio ni subvenciones. Y, aunque al parecer es más consultada en la British Library de Londres que en cualquier universidad catalana y española, es considerada una de las tres o cuatro mejores revistas del mundo en su campo. Que conste, y ¡felicidades!

El rodaje de Manolete ha traído al oscarizado Adrien Brody por Madrid estos meses, y está empapándose de cultura y folclore español hasta las trancas. Andaba la mañana del domingo concentradísimo estudiando los cuadros de Picasso en el Reina Sofía, donde a pesar de su gorra de béisbol, sus gafas oscuras y sus bermudas, logré distinguirle. La altura y la nariz le delataban. Pues sí, le saludé. Estuvo encantador, pero es tan tímido...

Tal vez su nombre no les diga ahora demasiado, pero hace dos años Kaavya Viswanathan, entonces de 17, saltó a la fama porque la editorial Little Bronw le pagó 500.000 dólares como anticipo por su primera novela, y la productora Dreamworks se apresuró a comprar los derechos cinematográficos del libro. Un sueño que ha terminado en pesadilla, porque la novela, How Opal Mehta Got Kissed, Got Wild and Got a Life ha resultado ser un plagio de al menos dos novelas. Lo mejor es que la autora, estudiante de Harvard, dice que las frases y la estructura idénticas son "inconscientes y no intencionales". ¿No les suena la explicación? A mí sí... demasiado.

Vive en su Papalaguinda un momento dulce. Antonio Pereira, más de ochenta años de leonés re-cio y cuentista, asiste estos días a la presentación del último de sus libros de poemas, Meteoros, a la reedición de varias de sus novelas (anoten sobre todo El síndrome de Estocolmo) y viendo a su Soledad ocupando sitio en todas las bibliotecas castellano-leonesas. él me entiende. Lo repito: un momento dulce.

El actor Paul Newman, filántropo y millonario gracias a sus salsas, está a punto de desnudarse (sólo empresarialmente) desvelando El secreto de Paul. éxito, creatividad y la búsqueda del bien común, que publica en unos días MR. Vamos, que el mito hollywoodiense, con la ayuda de A. E. Hochtner, su socio, se propone enseñarnos a triunfar en los negocios "haciendo exactamente lo contrario de lo que los expertos aconsejan".

María Pagés y su último espectáculo van a ser la nueva imagen del Ayuntamiento de Sevilla, que en vez de apostar por el famoso de turno ha elegido el último trabajo de la bailaora para que le represente por el mundo. El espectáculo lleva por título Sevilla y mundo, desde luego, tiene previsto recorrer. La coreógrafa lo estrena el domingo en Tokio, y después irá a China y a otros países asiáticos.

La cartelera madrileña va de reposiciones. Charo López triunfa con un espectáculo que le dirigió José Carlos Plaza hace al menos un lustro, un monólogo de Dario Fo y Franca Rame sobre lo que las mujeres creen que los hombres opinan del sexo con las mujeres; o sea, risas a costa del macho. Y José Sancho repite Memorias de Adriano, estrenado en un Festival de Mérida ya lejano, aunque no tanto como para no recordar cómo su ex le aplaudía, sudorosa y vehemente, en la grada romana.