Image: Caliente, caliente

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Opinión

Caliente, caliente

12 octubre, 2006 02:00

Vicente Aranda, Eduardo Mendoza, Stephen Frears y María Luisa Merlo

La otra Paz Vega se descuelga con un libro Caliente. Arranca la nueva etapa de Austral, con permiso de distribuidores y libreros. El Macba, o lo que queda de la revolución. María Luisa Merlo será Leonor de Aquitania. Queen arrasa en las pantallas británicas. Si a Marsé le disgustan tanto las adaptaciones de Aranda de sus libros, ¿por qué le vende los derechos?

La nueva etapa de Austral arranca estos días con todos los honores, y dos títulos (El hobbit, de Tolkien, y La ciudad de los prodigios, de Mendoza) que insuflarán nuevos bríos a una colección tan emblemática antaño como últimamente mortecina. Además de páginas más legibles y colores más vivos en las portadas, los libros incluirán nuevas introducciones y guías de lectura orientadas al público más joven, en un intento por reconquistar al lector de bolsillo, ése al que todos los editores persiguen sin excesiva colaboración de libreros y distribuidores, que ven más que mermados sus beneficios con estos libros.

Todavía no salgo de mi asombro. Me he desayunado con radicales "atacando" el edificio del MACBA. Me estoy haciendo viejo o la revolución ya no es lo que era. Ni la educación estatal ni la familiar dan ya para enseñar a las criaturas que hay que tomar los palacios de invierno, no los museos, por "capitalistas" que sean. Que éstos se salvan (como hizo Alberti en su día), no se agreden. Hubo de todo, hasta lanzagranadas caseros. Parece que su director, Manuel Borja-Villel, se espantó al ver que la fachada de su museo se había convertido en un campo de batalla.

Diez años después de su muerte, los cazadores de inéditos (bueno, en realidad su hija Pilar) le han encontrado al bueno de José Donoso una novela inacabada, La cola de la lagartija, que al parecer el chileno comenzó a escribir en 1973 y abandonó sin que terminase " el proceso de revisión; y faltó, quizá, articular las dos historias en el relato". La cosa es que el crítico peruanos Julio Ortega anda enredado en editarla y publicarla, sin que importe demasiado la voluntad del autor, que si no la acabó no fue precisamente por falta de tiempo.

La actriz María Luisa Merlo prepara Yo, Leonor, una obra sobre un personaje histórico, Leonor de Aquitania, con mucho morbo. Justo cuando está de máxima actualidad la sucesión al trono -y el anuncio de nueva descendencia por parte de los Príncipes de Asturias- la Merlo celebra sus cincuenta años en los escenarios con un montaje en el que encarna a una mujer con carácter y adelantada a su época (medieval) que fascinó con una personalidad indomable. Así que nuestra escena está que arde: teatro, actualidad e historia por el mismo precio.

Más historia real. La película Queen de Stephen Frears está haciendo estragos en Inglaterra. Con una recaudación de más de tres millones de libras, el filme hunde el dedo en la crisis que se desató en Gran Bretaña durante la semana posterior a la muerte de Lady Di, contando con la fidelidad que el cine permite la tensa relación entre la Isabel II y Tony Blair. A un mes de su llegada a España, y recién estrenada en Estados Unidos, desde Buckingham Palace nadie se ha pronunciado aún sobre el retrato (respetuoso, según la crítica) de la Familia Real en la película. "Trabajé asumiendo que la Reina se sentiría complacida al verse retratada como toda una mujer", ha dicho el director.

Me cuentan que una pequeña editorial, Morfeo, acaba de publicar un libro de Paz Vega titulado Caliente, la historia de una chica precoz abiertamente bisexual. Pero que mitómanos y morbosos no se precipiten a las librerías, o al menos que no lo hagan errados (o herrados, el género porno les gusta demasiado), porque bajo el nombre de Paz Vega se oculta un tal Antonio Gálvez que resulta ser también el editor, y un tipo más que calenturiento.

Pregunta capciosa: ¿quién ha coseguido que el Ministerio de Cultura haya apostado tanto por el faraónico proyecto Tutto Verdi de la ABAO bilbaína? Parece que uno de los máximos responsables del ministerio no hace más que celebrar en público lo que condena en privado. Para los aficionados a Sherlock Holmes la solución al caso pasa por los campos de Madrid y de Murcia.

Otra pregunta capciosa: ¿por qué se empeña Vicente Aranda en adaptar a Juan Marsé? El escritor ha puesto por los suelos todas las adaptaciones que el director ha rodado: La muchacha de las bragas de oro, Si te dicen que caí y El amante bilingöe. Pero Aranda vuelve a la carga con Canciones de amor de Lolita’s Club, que en la pantalla llevará por título Lolita’s Club y estará protagonizada por Eduardo Noriega. Si a Marsé no le gusta cómo Aranda interpreta sus obras, ¿por qué siempre le da permiso?