Juan Marsé, en primera instancia
Han sido vistas las diligencias seguidas contra Juan Marsé y ha sido probado y así se declaran como:
HECHOS PROBADOS
1.- Que D. Juan Marsé aceptó ser miembro del jurado del Premio Planeta y, una vez concedido el premio a María de la Pau Janer, hizo declaraciones en contra de la obra ganadora. Más tarde, dimitió.
2.-Que D. Juan había ganado a su vez el mismo premio en el año 1978, con su novela La muchacha de las bragas de oro. ítem plus: que se presentó a recoger el “preciado galardón” (y los cuatro millones de pesetas de entonces), de manos de Tarradellas, vestido con una guayabera o sahariana. Otrosí: que la Prensa nos informa de que en la fiesta de concesión del premio “hubo desfile de modelos de la casa Nina Ricci, de París, así como prendas de peletería fabricadas en España. En la línea de invierno predomina la figura marcada, en tonos negros, con accesorios de diseño atrevido”. ítem más: que el propio encargado de presentar dicha novela, Sr. Caballero Bonald, afirmó entonces piadosamente que “no es la mejor novela de Marsé”.
3.-Que, como consecuencia de el escándalo provocado por la actitud de D. Juan, este año la editorial Planeta decidió otorgar el siguiente “preciado galardón” a un autor “con reconocido prestigio literario”.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Los hechos probados son constitutivos de un delito menos grave de cinismo rampante y de un delito grave de distorsión maliciosa del mercado literario. Ningún ciudadano puede ser obligado a formar parte del jurado de un premio literario. Si lo hace, es por propia voluntad, pero al hacerlo contrae (a cambio de emolumentos sustanciosos) ciertas obligaciones, tales como guardar el secreto de las deliberaciones, no hacer campaña contra el ganador, etc. No podía desconocer D. Juan el carácter amañado y comercial del premio Planeta, tanto más cuanto que él mismo lo había obtenido con una novela de muy escasa calidad literaria y en una celebración con pase de modelos. Por consiguiente, su farisaica indignación moral, como la de D. José Manuel Caballero Bonald en un sumario semejante, es indicativa de la maliciosa voluntad de enaltecer su propia imagen y eludir su responsabilidad al aceptar ser jurado de un premio de tales características; en suma, la conducta que la ley tipifica como “nadar y guardar la ropa”. Su acción ha obligado, en cambio, a la editorial a premiar a un “autor de prestigio literario”, en lugar de premiar una novela de calidad literaria. El caso del propio Sr. Marsé es elocuente de lo que puede suceder: La muchacha de las bragas de oro es una obra indigna de D. Juan y muy penosa para el lector, que tiene la sensación de asistir a un concierto en el que un cuarteto de cuerda con Stradivarius interpreta “Rascayú” o “Los Pajaritos”: hay débiles resonancias de la calidad de D. Juan, pero por eso mismo entristece más leer una novela tan desmañada y apresurada, con personajes tan de cartón piedra y escenas eróticas sin más propósito que el éxito comercial; una novela, en fin, para usar palabras del propio D. Juan, de calidad, ya no baja, sino “a menudo subterránea”. Su criminal acción ha promovido y avalado la idea de que el Planeta “recupera calidad literaria”, ocultando así la realidad harto conocida: que es un premio comercial y que se busca el prestigio del autor, no la calidad de la obra.
ACUERDO
Que debo condenar y condeno a D. Juan, como autor de un delito de cinismo rampante, a la pena de volver a leer su novela La muchacha de las bragas de oro, con la accesoria de leer en voz alta los diálogos entre el tío y la sobrina:
“-Ahora vete, tío. Me voy a masturbar. -¿No vas a salir?
-Ya no.
-Pues buenas noches.
-Espera un poco…
¿Quieres ver cómo me corro?”
o
“-Es inútil, hija. Tengo cistitis…
-Te la voy a chupar, tío, lo voy a hacer. Tú no pienses en nada.”
Que debo condenar y condeno a D. Juan, como autor de un delito de distorsión maliciosa del mercado literario, a recibir el próximo año los premios con mayor dotación económica existentes en nuestro país: el Planeta otra vez, el Ciudad de Torrevieja, el Primavera, etc., con la accesoria de realizar giras promocionales en compañía de Dª María de la Pau Janer o D. Jaime Baily, a su libre elección.
Así lo pronuncio, mando y firmo.