Opinión

Juan Cruz

Sala Segunda de lo periodístico

7 diciembre, 2006 01:00

Juan Cruz

Han sido vistas las diligencias seguidas contra Juan Cruz y y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS
Que en la sección Cultura del periódico El País, D. Juan publicó el 28 de noviembre de 2006 un artículo sobre John Berger con el título: "Volar con Berger".

Que en prueba pericial se ha acreditado que dicho artículo no contiene más información que la inauguración de una exposición en el Círculo de Bellas Artes. El resto, casi una página entera, se dedica a ovacionar a Berger en un panegírico patético en el que resalta desde el grosor de sus manos hasta la musculatura de sus piernas, pasando por sus ojos azules. ítem más: que las respuestas del propio Berger no contribuyen ni un ápice a hacer más tolerable el artículo: anuncia, por ejemplo, que preparará su nuevo libro haciendo "acrobacias aéreas en un pequeño avión" [sic] o afirma que le preocupa el horror de la guerra, que "le hace gritar".

Que, lejos de ser el artículo de D. Juan una excepción, esta clase de "periodismo" se ha convertido en la norma en la sección Cultura de todos los diarios. Baste un ejemplo: con el titular "álvaro Pombo reflexiona sobre la construcción de sus novelas", publicó El País (10-01-2006) un artículo que empezaba: "‘Llevaré una corbata verde de Carolina Herrera y un traje gris, pero de un gris un tanto especial', comentó ayer álvaro Pombo durante un encuentro con un grupo de periodistas a propósito de su intervención hoy […] en la que tratará de su concepción de su obra novelística". Un grupo de periodistas de Cultura, serían, eso salta a la vista.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
Los hechos probados son constitutivos de un grave delito de conspiración periodística para abolir la cultura. Si bien la ley tolera, en la sección cultural, una cierta cantidad de opiniones personales y semblanza ditirámbica de los autores, la conducta de D. Juan incurre en ilícito penal con la agravante de ensañamiento. Le pregunta a Berger qué le preocupa del mundo actual y nos informa de que "estuvo 47 segundos [sic, con cronómetro] pensándose una respuesta" (que luego resulto ser una simplicidad mayúscula: la confusión, las generalizaciones y el horror de la guerra). La única noticia es en realidad la inauguración de una exposición, pero D. Juan proporciona abundantes informaciones estrambóticas: que Berger tiene "manos gruesas de motorista de larga distancia" [sic, pues es de común conocimiento que los motoristas de corta distancia tienen manos pequeñas]; que "tiene ochenta años, y resulta que no lo parece"; que "piensa como si estuviera esculpiendo una piedra", si bien unos pocos párrafos más adelante resulta que ahora piensa "como si estuviera rasgando un papel"; que "levantó los brazos, se golpeó varias veces sus poderosas rodillas"; que "viaja como si llevara pan en las manos" [sic, quizá sea un homenaje a Umbral, un escritor que iba a comprar el pan]; que "a veces hace miles de kilómetros, con su moto, a través de Europa, para compartir un pulpo con un amigo en cualquier montaña" [sic, pues ese legendario pulpo alpino de los Pirineos sí constituye noticia]; o que "es un amante de la vida, del queso, del vino" (es sabido que la obra de quienes prefieren la cerveza y los pepinillos es muy diferente). En descargo de D. Juan cabe señalar que su conducta es idéntica a la de la mayoría de los periodistas culturales, es decir: la ausencia de interés por la cultura y su sustitución por el halago reverencial y pamplinero, sin duda con el malicioso propósito de promocionar una imagen atractiva del autor para ahorrarse por todos los medios el juicio razonado (y quizá hasta la lectura) de la obra. Sin embargo, por esta misma circunstancia atenuante, no cabe duda de que D. Juan forma parte de la conspiración urdida en contra de la cultura por los periodistas.

ACUERDO
Que debo condenar y condeno a D. Juan, como autor de un delito de conspiración para abolir la cultura, a la pena de dedicarse en exclusiva durante dos años a redactar la información relativa a puestas de largo de debutantes, operaciones de cirugía estética de tonadilleras y embarazos de aristócratas, con la accesoria de redactar también todos los pies de foto de la sección deportiva.

Así lo pronuncio, mando y firmo.

Contra esta resolución cabe interponer recurso de apelación en el plazo de siete días ante el juzgado digital de segunda estancia: www.elcultural.es