Opinión

Días de gloria

4 enero, 2007 01:00

Bigas Luna, Norman Mailer, Almudena Grandes y Tamzin Townsend

Las finalistas del Nadal no cambiarán, dicen, el curso de nuestra historia literaria. Mailer se aventura en El castillo en el bosque por la niñez de Hitler, con demonio (otro) incluido. Nostalgia de Lázaro Carreter y sus dardos. La Academia americana, casi octogenaria, afronta unos Oscar muy reñidos. Se disparan las apuestas en Internet. Y mucho Shakespeare para 2007.

Muchas, pero insulsas, me susurran, las novelas presentadas al Nadal. Mucha literatura y literato mirándose al ombligo y poca historia que contar, poca novela, o sea, lo habitual en las últimas cosechas. La guerra civil, parece, se bate en retirada. Los escenarios de las últimas novelas en liza son urbanos y de ahora mismo. Pero, ¡bah!, porquita cosa.

Después de diez años sin publicar novela, Norman Mailer comienza a descubrir los secretos de su inminente The Castle in the Forest (El castillo en el bosque). Y el protagonista es el niño Hitler por medio de la voz de Dieter, un diablo al que Satanás le encargó canalizar su influencia en el futuro dictador. "De todas las figuras históricas que he recreado en mis novelas, Hitler es el más enigmático y misterioso de todos", cuenta Mailer, al parecer muy satisfecho porque si "en el pasado he tenido más éxito para comprender la psicología de Marilyn Monroe que la de Jesús, con Hitler pienso haber dado en el blanco. Creo haberlo comprendido más que a todos los otros". Seguro que aquella ex esposa (la tercera o la cuarta) que le acusó de malos tratos sabrá por qué.

El primer evento cultural del año, Actual, nos trae hoy al Teatro Bretón de Logroño una de las perlas cinematográficas que podrían dar que hablar en Hollywood si Pedro Almodóvar no lo remedia con su Volver. Se trata de Days of Glory (Indigènes), de Rachid Bouchareb, y viene avalada por grandes críticas tras su paso por Cannes (Mejor Actor), Locarno y Valladolid. Esta historia de soldados olvidados llegará a nuestras pantallas en marzo. No le pierdan el rastro.

Y hablando de los Oscars. Este año el Tío Oscar cumplirá los 79. Pues bien, además de su famoso cartel que puede verse por todas las esquinas de Los ángeles, la quiniela en torno los ganadores del 25 de febrero está que arde en internet. Una de las favoritas es Dreamgirls, de Bill Condon, que rescataría además el género musical en el palmarés de la Academia de Hollywood. La siguiente en liza es Cartas desde Iwo Jima, de Clint Eastwood. Y en tercera posición, The Queen, con Helen Mirren en una de las interpretaciones femeninas más memorables del pasado año. De todos modos, el 23 conoceremos las candidaturas y se podrá apostar con más criterio.

Cómo añoro a Fernando Lázaro Carreter y sus dardos envenenados sobre nuestra televisión: así, la más pública de todas escribía hace poco en su teletexto nada menos que "exibe", que así, desnudo de "h", resultaba más indecente; en otra cadena, privada esta vez, una tertuliana hablaba del "jorobado de Roterdam" y del "piraterismo" como enemigo del cine, mientras otro se comparaba con el "Otero" de Shakespeare.

La directora británica Tamzin Townsend está sentando cátedra. Además de poner en lo más alto su famoso Método Grünholm (el próximo día 9 cuatro nuevos protagonistas tomarán el relevo en el Marquina de Madrid, y sin desmayos que interrumpan la representación como el pasado día 28) tiene a punto de caramelo Sueño de una noche de verano, un shakespeare que podrá verse en el Festival de Málaga. Y como el inglés está de moda, José Ramón Fernández vuelve a la cartelera con Buenas Noches Hamlet, una dramaturgia realizada al alimón con David Amitin que se presenta hoy en Madrid. Es el ser o no ser del nuevo teatro.

Consuelo Císcar, directora del IVAM, se ha hecho acompañar por su amigo y admirado Bigas Luna, cineasta y pintor, para dirigir uno de los proyectos que celebrarán en este recién estrenado 2007 los 18 años del museo valenciano: Speed 1-2-3, que así se llama esta triple y ambiciosa exposición. El director de películas como Jamón, jamón o Huevos de oro parece estar muy involucrado en el devenir del IVAM y participará también en otra de las muestras/laboratorio del centro, Arte y gastronomía, esta vez como performista (sí, así lo anuncian).

¿A qué no adivinan el tema de la próxima novela de Almudena Grandes, Corazón helado (Tusquets)? Pues sí, la historia de España a través de los ojos de dos familias, ahora a vueltas con la República, la guerra, Franco y la transición. En cambio, Julia Navarro denuncia en La sangre de los inocentes (Plaza) el fanatismo religioso, y aparecen al fin los Viajes por el Scriptorium de Auster.