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Opinión

Bingo

1 marzo, 2007 01:00

V. García de la Concha, Esther Tusquets, Ángel Corella y Carmen Calvo

Esther Tusquets pone las páginas en su sitio en Telemadrid. Atención al Festival de Cine de Cannes, que cumple 60 años y que trae estrenos mundiales. ¿Seguirá la Ley del Cine el mismo camino que la del Alcohol? Corella pone a prueba por diez euros. Todo a punto en Cartagena para el IV Congreso de la Lengua. Al Gore o la familia que publica unida vive unida.

Lo confieso, no me había reído tanto con una entrevista literaria desde que hace unos años Javier Sardá entrevistara a Isabel Pisano, pensando que su libro de testimonios Yo puta era una autobiografía. Como hay que vender cómo y dónde sea, la buena de Esther Tusquets se fue de madrugada al Territorio comanche de Telemadrid para promocionar su última novela, ¡Bingo!, sin sospechar que iba a ser entrevistada como "escritora, editora y gran mujer". Y ludópata, ante todo. O sea, que le preguntaban cómo cayó en el infierno del juego, y ella negaba la mayor y decía que sólo jugaba al bridge. "¿Qué dónde está la frontera del vicio?" "En la puerta del casino". "¿Pero la novela no es autobiográfica?" "Pues no, el protagonista es un jubilado de 60 años que se enamora de una chica que vende cartones de bingo" Y así, negó que hubiese perdido Lumen a las cartas, que frotara los billetes con la mano para que tener suerte, o que, para no perderla, jamás dejase el bolso en el suelo. De órdago.

Me cuentan que ya está todo a punto para el IV Congreso Internacional de la Lengua Española que se celebrará en Cartagena de Indias (Colombia) del 26 al 29 de marzo próximos, y que hoy mismo se celebra una rueda de prensa con las ministras de Cultura de España y Colombia, Carmen Calvo y Elvira Cuervo de Jaramillo; el director del Cervantes, César Antonio Molina, y el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha. ¡Ojalá se repita este año se repita la feliz impertinencia de García Márquez a vueltas con la ortografía, las huidizas haches y las esquivas uves!

¿Terminará la cacareada ley del cine como la del alcohol de la ministra Salgado? De momento, lo que se suponía que iba ser un acto de concordia que supusiera la pax definitiva en el tumultuoso mundo del cine va camino de convertirse en via crucis. El principal escollo son las televisiones, que están en pie de guerra contra ese abusivo 5% del porcentaje de su facturación que les impone el borrador. De momento, el PP acaba de pedir que el proyecto lo gestione la vicepresidencia primera, o sea, María Teresa Fernández de la Vega. Esperemos que haya paz, por el bien del cine y por el mío propio, que ya no doy más de sí.

Movidita también anda la danza. Y cara. Se queja mi bailarina que mientras el Gran Canaria Ballet acaba de concluir las audiciones de bailarines, que deben ser capaces de asumir papeles del repertorio clásico y danza contemporánea (a las que se presentaron más de 200 pretendientes), la compañía que quiere montar ángel Corella en La Granja empieza con mal pie. La estrella del American Ballet hace pagar a cada aspirante a la formación con la que quiere inaugurar la temporada 2008 del Teatro Real diez euros para sufragar el coste de las pruebas en Madrid y Barcelona. Y viva el arte.

El Festival de Festivales, o sea, el de Cannes, celebra su 60 aniversario. Ya hay fechas confirmadas (del 16 al 27 de mayo) y, más importante, se conoce el primer estreno mundial. Se trata de la película colectiva a Chacun son cinéma ("A cada uno su cine"), en el que han participado 35 cineastas de 25 países. Se encuentran luminarias como David Cronenberg, González Iñárritu, Manoel de Oliveira o Aki Kaurismaki. Los realizadores han tenido vía libre para realizar su pieza, con la única condición de que tenían que centrarse en un tema. El que más intrigado me tiene es el de Cronenberg, que es un cuarto de baño...

Debe de ser que la familia que publica unida permanece unida, y que, pese a denunciar incansables el imperialismo político y cultural yanqui, a nuestros editores les gusta codearse con el Imperio del mal, porque en cuanto tienen ocasión se lanzan a publicar todo libro escrito, o así, por hijos, esposas o amantes de líderes americanos. Lo último es lo de los Gore: el padre, Al, publica este mes Una verdad incómoda (Gedisa), y coincide con La colina de Sammy, de Kristin Gore, una copia de las novelas de Amelie Nothomb, pero ambientada, ¿cómo no? en la Casa Blanca. ¿Para despistar?

Sigo en USA. La obsesión de los americanos con la seguridad trasciende a todos los ámbitos y ahora salpica al fotógrafo Gabrielle Basilico. El milanés prepara un proyecto sobre Sillicon Valley que le ha encargado el prestigioso MoMA de San Francisco. Todavía no ha empezado a disparar y el departamento de Seguridad Nacional estadounidense ya le sigue la pista.