Image: Grandes ambiciones

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Opinión

Grandes ambiciones

12 abril, 2007 02:00

Julia Navarro, A. González Iñárritu, Mateo Gil y R. Sánchez Ferlosio

El Día del Libro se promete movidito. Sánchez Ferlosio sigue recopilándose, ahora sobre la guerra. Mateo Gil se atreve con Pedro Páramo, de Rulfo. Daniel Aldaya publica el primer poemario bilingöe castellano/sms. Arriaga y González Iñárritu, la gresca de nunca acabar. La verdadera historia de Thomas Hardy, al descubierto. Y Merecido homenaje a Maite León.

El Día del Libro se anuncia movidito y zascandil: en Madrid se celebrará una nueva edición de "La noche de los libros", organizada por la Comunidad de Madrid, y nos prometen encuentros con autores, conciertos, firmas de libros, debates, cine, música en la calle, tertulias, poesía urbana, libros colgantes…, mientras que en Barcelona el Goethe-Institut, el British Council, el Instituto Camões, el Institut Français y el Istituto Italiano di Cultura, con la colaboración de Lingua Món, organizan un recital poético y musical plurilingöe, además de los cientos de firmas organizadas por editores y libreros. Y me cuentan que algún autor (Landero, Julia Navarro, Pombo, Prada, Juaristi, Benítez Reyes, Marta Rivera de la Cruz...) tendrá que darle al puente aéreo para no perderse ni firmas ni eventos ni lecturas ni nada.

Entregado de lleno al noble arte de la recopilación, y tras dos años de silencio, Rafael Sánchez Ferlosio vuelve al ataque (nunca mejor dicho) con Cosas de guerra (Destino), en el que reúne, seleccionados y ordenados por él mismo, sus escritos sobre la guerra y la violencia. Lástima grande que no sea un libro de nueva planta, y sin refritos.

Mateo Gil, coguionista fetiche de Amenábar en sus primeros años, se llevó tal disgusto por el fracaso de su primera película como director Nadie conoce a nadie (adaptación de una novela de Juan Bonilla) que lleva nada menos que ocho años sin dirigir. Ahora, tras el éxito de su libreto para la película sobre la obra teatral El método, parece que ha recuperado fuerzas y se atreve nada menos que con el Pedro Páramo de Juan Rulfo. Una novela complejísima que protagonizará Gáel García Bernal y que comenzará a rodarse a finales de año, con gran presupuesto. Me alegro que Mateo Gil haya decidido darse una segunda oportunidad, aunque ¿no se pasa de ambicioso?

"Pase tantas oras ntre libros/ q oy e cumplido 45 pags". "M disfrazo d poema/xa no tnr q dar la kra/como poeta"... No se extrañen demasiado y vayan acostumbrándose porque estos versos pertenecen a SMS, de Daniel Aldaya (Calambur), el primer libro bilingöe castellano/sms que se edita por estos pagos. Y no será el último, por mucho que no falten lingöistas escandalizados con las "uves" voladizas, y esas tránsfugas "haches".

La prensa ya informó generosamente sobre el conflicto desatado entre dos hombres fuertes del cine mexicano, el guionista Guillermo Arriaga y el director Alejandro González Iñárritu, unidos por tres películas superexitosas: Amores perros, 21 gramos y Babel. La controversia surgía del convencimiento de Arriaga de que no se le había dado suficiente importancia a su labor creativa durante estos años. Ahora, Arriaga ha dado un paso más allá al afirmar que él no es guionista sino "escritor de cine", lo que viene a aportar tanto al lenguaje como si a los carpinteros los llamamos trabajadores de la madera. Está visto por qué la pedantería es el defecto más marcado de una trilogía, por lo demás, imprescindible.

Una de mis pasiones bibliófagas es el extraordinario novelista inglés Thomas Hardy, así que me relamo ante la aparición de Thomas Hardy. The guarded life, de Ralph Pite, su última biografía, aunque sólo sea por lo que se adelanta en la reseña del "New Yort Times Book Review" sobre el libro. Resulta que cuando Hardy murió, sus cenizas se depositaron en la Abadía de Westminster, y no donde él quería, que era el cementerio de Stinsford, Dorset, para, como decía mordazmente, "descansar en paz entre sus dos mujeres". Sólo al cabo de un tiempo pudo cumplir sus deseos,. Pero hay más: aunque en vida destruyó gran parte de sus papeles personales, y, tras su muerte, su viuda acabó la tarea, legiones de admiradores han rastreado el último rincón de su vida. Que no iba a ser sólo España donde no se respetaran los deseos de los muertos.

Tienen fama de egoístas e insolidarios, pero alguna milagrosa vez los hombres y mujeres de nuestra escena desmienten el tópico. Así, hoy y mañana, la RESAD acogerá el homenaje a Maite León, fallecida hace un año, y que fue la creadora de la Compañía y Fundación Psico Ballet, centrada en la formación dancística de personas con distintas discapacidades. Un esfuerzo ejemplar que cambió la vida de cientos de esos jóvenes (unos 300 por año en Madrid y Navarra).