Dan Brown, Gao Xing Jiang, Rosa Montero y Tom Hanks

Los alérgicos a las librerías, en horas bajas por culpa de Berstelmann. Las contradicciones del Nobel Gao Xingjiang. Salto de Página una nueva editorial (otra más) desafía la crisis. Los críticos levantiscos, amenazados de muerte, o así. Tom Hanks arrasa a la hora de cobrar por ángeles y demonios. El centenario de Auden desvela su posible pasado como espía.

Estamos tan acostumbrados al silencio de los corderos que cuando se alzan las voces, con razones y argumentos, sobrecogen aún más. Todavía sorprenden, es cierto, hechos como estamos al pensamiento único que se ha enseñoreado del periódico durante tantos años. Pero las voces se oyen ya, yo las oigo y no saben cómo me alegro de su independencia, de que (como ahora Rosa Montero) renieguen de Ermua como los de ese pueblo lo han hecho de la libertad o defiendan que se puede creer en la unidad de España y no ser facha. ¡Qué Lindo!

La vida a veces se empeña en desmentir nuestras más altas creencias. Me explico: el bueno de Gao Xingjiang, el premio Nobel chino, acaba de publicar en España un librito titulado Ismos que incluye una obra de teatro (La huida), escritos sobre "Las claves de mi teatro", "La forma teatral y el actor neutral", "La voz del individuo", y unos curiosos aforismos escritos en 1990 en los que, por ejemplo, asegura que "en una sociedad de consumo totalmente mercantilizada, si la literatura quiere ser literatura sin prestarse a ser reducida a producto y sometida a los gustos de moda [...] lo único que tiene que hacer es mantenerse alejada de los medios de difusión de masas, retirarse de la vida en sociedad y convertirse en una actividad individual pura". Y para dar a conocer tan altos pensamientos, ha viajado a Barcelona para promocionarlos. O sea...

Otro poeta con su flaqueza: el centenario del nacimiento de W. H. Auden ha sacado a la luz, entre alguna que otra buena antología, que durante décadas el gran poeta fue investigado e interrogado como cómplice de espías del KGB. Nada menos. Cierto es que nunca se probó su participación en la fuga de algunos espías, pero siempre fue tildado de "intelectual comunista", y dos de los más destacados traidores ingleses al servicio de la URSS huyeron por el Canal de la Mancha a la Isla de Ischia, donde precisamente Auden tenía una casita de verano. Es decir, la sombra de la duda le siguió hasta su muerte, en 1973.

Ni las crisis ni los Dan Brown de turno (que, por cierto, el bueno de Tom Hanks ha batido récords de caché con la adaptación de otra de sus novelas, ángeles y Demonios, tras el contundente taquillazo del Código) pueden con las nuevas editoriales, pequeñas en presupuestos pero no en ambición, que no dejan de brotar: otro sello debutante, Salto de Página, se suma a la fiesta, intentando difundir en España a autores hispanoamericanos consagrados en sus países y todavía desconocidos aquí, así como autores emergentes de ambas orillas: habrá que ver si sus sueños están a la altura de sus fuerzas, pero promete.

Sé que se lo pongo difícil, pero, ¿que polémica escritora, más celebre por sus presuntos plagios o "intertextualidades" que por su talento, asegura en su última novela que no hay escritor que no sueñe con matar al crítico que destroza su libro? Aunque quizá lo que convenga sea lanzar desde aquí un modesto SOS, no sea que aparezcan destripados algunos críticos que antes, para colmo, se las vieron con el libro de marras.

Hoy cumple 75 años el colombiano Fernando Botero, recién premiado en España con la Gran Cruz de Isabel la Católica, así que galerías de cinco países del mundo han organizado un homenaje al artista titulado Global Botero. La idea nació en la Galería Thomas, de Múnich, y se trata de ofrecer una exposición simultánea en Bogotá, Caracas, Miami, Hollywood, Venecia y Madrid, donde el galerista Fernando Pradilla expone ya pinturas, dibujos y esculturas del colombiano. Además, en julio Botero presentará una gran exposición en el Palacio Real de Milán, con 100 obras de los últimos 10 años, y en septiembre una muestra de su escultura monumental en Berlín. Cierto, aunque a muchos, por distintos motivos, nos llegue a parecer increíble.

Buenas noticias para los alérgicos a las librerías: el grupo Berstelmann está dispuesto a conquistarlos para la causa lectora con una cadena de librerías estratégicamente situadas en centros comerciales, esos que se abarrotan de paseantes y curiosos los fines de semana. Ahora, además de poder elegir un pantalón, una peli o algo que comer, podrán devorar la mejor literatura, y no sólo best seller, porque los alemanes las quieren serias. La primera, de 400 metros cuadrados, estará en el Centro Comercial de Torrelodones, y después vendrán Cartagena, Zaragoza... Ya era hora, ¿no?