Image: Don Paulo Coelho

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Opinión

Don Paulo Coelho

Sala Segunda de lo editorial

3 mayo, 2007 02:00

Don Paulo Coelho

Han sido vistas las diligencias seguidas contra Don Paulo Coelho y ha sido probado y así se declara como:

HECHOS PROBADOS
1. Que D. Paulo es autor del libro El Alquimista, que ya fue condenado en su día por los delitos de esoterismo de guardarropía, uso indiscriminado de mayúsculas (la Leyenda Personal, el Alma del Mundo, el Secreto de la Felicidad, los Guerreros de la Luz, etc.), cursilería desaforada, estulticia manifiesta y coram populo y fraude flagrante y masivo.
2.Que dicho libro es una almibarada y estomagante fábula que parece tener como moraleja: "cuando una persona desea realmente algo, el Universo [sic] entero conspira para que pueda realizar su sueño". Un buen consejo para el joven Adolf Hitler, por ejemplo. La conclusión es que: "Cumplir su Leyenda Personal [sic] es la única obligación de los hombres". Aunque parece aludir a los úbermenschen de Nietzsche, y las wagnerianas unidades de Waffen-SS, quizá incluya también a las mujeres.
3.Que, a despecho de la sentencia firme, la editorial Planeta y D. Paulo han decidido publicar, en Booket, una edición de dicho libro dirigida con premeditación "a los más jóvenes" y acompañada de un sedicente "material didáctico" que resume las patrañas y chascarrillos más llamativos de la obra. ítem más: que allí se afirma que D. Paulo ha vendido unos veintitrés millones de ejemplares en cuarenta idiomas. ítem plus: que también se afirma que dicho libro es "un relato simbólico". Tan simbólico como ver la televisión sin sonido o como las coplillas de los envoltorios de los populares adoquines de Calatayud.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
Los hechos probados son constitutivos de graves delitos de estragos, riesgo catastrófico, uso de armas de destrucción masiva y corrupción de menores. Si la publicación de El Alquimista ya fue constitutiva de delito (y castigada en su día), su reedición dirigida ahora de forma premeditada a menores de edad, incapacitados y otras personas especialmente vulnerables e indefensas, constituye un ilícito penal diferente: un atentado a la indemnidad cerebral de la juventud y una agresión que impide su desa-rrollo moral. Dichos delitos se agravan por el despiadado uso de armas de destrucción masiva (¡23 millones de víctimas!). Considera la ley como estupro la corrupción de menores y aun agrava el delito cuando fuere cometido con ánimo de lucro o por "sacerdote, criado, doméstico, tutor o encargado por cualquier título de la educación o guarda del estuprado", como es palmariamente el caso de D. Paulo, quien se lucra y se hace pasar por mago, alquimista, peregrino, telépata y escritor. Es bien cierto que a cada generación ha correspondido un azote alegórico de espiritualismo fraudulento y pomposo, desde El Profeta, de Khalil Gibran (o tempora!) a Juan Salvador Idiota, de Richard Bach. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, el criminal propósito de corromper a la juventud mediante una edición "didáctica" adquiere proporciones genocidas sólo comparables al daño provocado por el legendario sociópata criminal Walt Disney (a quien Herodes tenga en su gloria). El juzgador conoce el éxito de los libros de D. Paulo, que son leídos al parecer con consentimiento (y hasta fruición) por sus desnortadas víctimas (que acaso incurran en un delito de auto-lesiones), pero ello en nada empece el correspondiente castigo, toda vez que la ley establece que "en estos delitos el perdón del ofendido no extingue la acción penal ni la responsabilidad".

ACUERDO
Que debo condenar y condeno a D. Paulo Coelho, como autor de los delitos de estragos, riesgo catastrófico, uso de armas de destrucción masiva y corrupción de menores, a la pena de desempeñar sin sueldo, durante dos años, el empleo de tutor, telépata de cámara y confidente de Michael Jackson y su progenie, con la pena accesoria de relatar su experiencia (o "viaje iniciático") en un libro de aforismos y parábolas que refleje el valor simbólico, esotérico y religioso de la indumentaria, cirugía, decoloración y conducta general del cantante.
Que debo condenar y condeno a la editorial Planeta, como autora de los mismos delitos, a la pena de publicar el volumen Auxilio espiritual: mis charlas radiofónicas, de D. Federico Jiménez Losantos, con la accesoria de intentar presentarlo al Ministerio como libro de texto para la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

Así lo pronuncio, mando y firmo.

Contra esta resolución cabe interponer recurso de apelación en el plazo de siete días ante el juzgado digital de segunda estancia: www.elcultural.es