Opinión

Un poco de Littell

por Juan Palomo

10 mayo, 2007 02:00

Juan Carlos Fresnadillo, David Mamet, Mario Gas y Leonardo Di Caprio

La puja por lo último de Jonathan Littell la gana RBA. FM, una sintonía muy rentable. Los papeles de David Mamet, en la Ransom con documentos de Beckett. Mario Gas, el suma y sigue escénico en el Matadero. Por cierto, que la obra sobre Nietzsche ha dado al Español una de sus mejores alegrías. Di Caprio o el documental. Y Fresnadillo en The Guardian.

El título, finalmente, será Las Clementes pero su publicación, con carácter de acontecimiento y en toda Europa al mismo tiempo, no llegará hasta noviembre. La editará RBA en castellano y Acantilado en catalán después de duras negociaciones a cara de perro. Hay que ver, la literatura esgrimiendo armas casi eléctricas. Lo nunca visto. Les cuento. Les bienveillantes, la novela de Jonathan Littell, tuvo el año pasado en Francia un éxito inesperado. "Es buenísima", me confirman todos los que la han leído. Varios editores españoles, como otros alemanes o italianos, contactaron con el agente londinense del escritor, el duro Andrew Nuremberg, para su publicación en España. Ofertaron. En todos los casos, el agente subió (e incluso cuadruplicó) la puja. "¿Sí? Pues ya son ustedes cuatro", replicó Nuremberg. Anagrama, Acantilado, Salamandra y RBA entraron en liza. Sobre el tapete se dobló la oferta. Se retiraron entonces Anagrama y Salamandra. Gran tensión, y otro doblete. No va más. Al final fue RBA quien se vino a casa con Las clementes. ¿De qué cifra estamos hablando? Minucias: entre los 300.000 y los 400.000 euros.

Me cuentan que los esfuerzos de un escritor no muy conocido por mantenerse en el anonimato (firma F. M. ) resultan rentables para los programas culturales que lo invitan, ya que como permanece a oscuras en el programa, la productora se ahorra hasta el maquillaje. Eso sí, como está en tinieblas, la entrevista se la hacen a él solo y acaba chupando más plano que ninguno, incluso a su pesar. Aunque quizá ni por esas llame la atención del lector.

Ha costado, pero al fin llegará. El Ayuntamiento de Madrid tiene a punto de caramelo el nuevo espacio del Teatro Español en el Matadero de Madrid, una antigua nave acondicionada para acoger espectáculos de todo tipo y con la configuración escénica que precise cada montaje. El encargado de estrenar el espacio será, claro, Mario Gas, que lo convertirá en el Mahagonny brechtiano.Ya hay tortas para el estreno.

Quizá porque estas cosas conviene dejarlas atadas y bien atadas en vida, que luego vienen los parientes con las subastas, el dramaturgo David Mamet ha vendido su archivo al Harry Ransom Center de la Universidad de Texas. Al parecer son más de cien cajas con diarios, cuadernos de trabajo, cartas, sus guiones y los manuscritos originales de sus cincuenta obras de teatro . Además, Mamet se ha comprometido a pasar breves periodos de tiempo en la Universidad y a participar en algunas actividades.

Mañana se estrena en Gran Bretaña 28 semanas después, secuela del éxito de hace un par de año 28 días después, del hoy en boga Danny Boyle. La película no tendría nada extraordinario sino fuera porque la ha dirigido un español, Juan Carlos Fresnadillo, del que no sabíamos nada desde su debut tras la cámara, la excelente Intacto (2002). Es la primera vez que un director español se pone al frente de una superproducción de Hollywood, y sólo por eso cabría felicitar al tinerfeño. Además, The Guardian pone las espadas en alto con una entrevista en la que saluda al joven español como un talento de gran fuerza emergente. En esa entrevista, Juan Carlos dice que su película está inspirada en una frase de Aristóteles: "La rabia ocurre cuando una persona devuelve su propio sufrimiento". Un buen comienzo. Ojo a su estreno.

Por cierto, ¿está de moda Nietzsche en estos tiempos tan nihilistas, ahora que están en las librerías sus escritos póstumos? Eso parece, a juzgar por el éxito de la obra que ha estado representando la compañía Traspasos. Cierto que las funciones eran en la sala pequeña del recinto madrileño y que el texto de Jaime Romo había sido premiado con el Lope de Vega en 2005, pero ¿explica todo eso que se llenara todos los días el teatro?

Leonardo DiCaprio quiere cambiar el mundo. Después de Al Gore, pronto se convertirá en el nuevo rostro de la lucha contra el cambio climático. Será en el próximo Festival de Cannes, en el que presentará su documental 11th Hour, en el que ya ha avanzado que aporta soluciones nuevas e imaginativas para combatir esa plaga. De momento, quienes se han tomado muy en serio el compromiso del actor son los de la revista TIME, que lo han incluido en su último número en la lista de 100 personas que llevan el peso (de la púrpura) del mundo junto a George Clooney o Hillary Clinton, entre otros noventa y tantos.