Ramón Pinillo, Belén Gopegui, Don Delillo y José Jiménez

Las novedades literarias nos traerán auténticas perlas, desde la ficción nacional a la internacional, pasando por el mejor ensayo. Aunque para perlas (póstumas) las de Roberto Fontanarrosa. José Jiménez y su buen pie en el nuevo despacho. Cine para el verano, incluido Imanol Uribe con su Carta Esférica, y el viejo Simpson. En septiembre, claro, mucho más.

No me he ido de vacaciones todavía y ya sueño con volver, aunque sólo sea (es lo que tiene ser un vicioso) porque en septiembre nos esperan jugosas novedades: para empezar, por lo que a la narrativa en castellano se refiere, además de la recuperación de Antonio B. el Ruso, ciudadano de tercera, de Ramiro Pinilla (Tusquets), tienen nueva novela Pedro Zarraluki (RBA); Enrique Vila-Matas, Belén Gopegui, Rafael Chirbes, Ricardo Piglia, Sergi Pamiès (todos ellos en Anagrama); Guillermo Martínez y Laura Freixas (Destino); José Carlos Llop (RBA); Federico Andahazi y Alfredo Plagio Echenique (Planeta); Javier Marías (Alfaguara) Félix de Azúa y Esther Tusquets (Bruguera) y Luis Antonio de Villena (El Aleph), entre otros

La narrativa extranjera no se queda atrás, ni falta que le hace, con títulos como Falling man, de Don DeLillo (Seix Barral), novela sobre el 11S que tiene un arranque perturbador... También llegan Las benévolas, de Jonathan Littell (RBA), La carretera, de Cormac McCarthy (Mondadori), premiada con el Pulitzer; El legado de la pérdida, de Kiran Desai, premio Booket (Salamandra); Pura anarquía, con 18 relatos de Woody Allen (Tusquets); La vida interior de Martin Frost, el guión de la última película de Paul Auster (Anagrama), El caballero Hector de Sainte Hermine, novela inédita de Alejandro Dumas que lanza Emecé... Y Desorden moral de Margaret Atwood (Bruguera); Cardenio, una obra inédita de Shakespeare inspirada en el personaje de la primera parte del Quijote que verá la luz -¿dónde si no?- en Rey Lear. Y el vendidísimo en todo el mundo Mil soles espléndidos de Khaled Hosseini (Salamandra), y Un pequeño inconveniente de Mark Haddon (Alfaguara); yel último Coetzee (Diario de un mal año), y el novelón de Vikram Chandra, ambas en Mondadori, y la última novela inédita de Nemirovsky (Salamandra)...

Del ensayo, para no abrumarles, sólo unas pinceladas: Diario ruso, el testamento periodístico de Anna Politkovsjaya (Debate); Creadores, de Doctorow (Roca editorial); Jesús de Nazaret de Benedicto XVI (La Esfera de los Libros); El viaje al amor, de Eduardo Punset (Destino); la biografía de Adolfo Suárez de Luis Herrero, hijo, como saben, del gran impulsor de la carrera política del ex presidente (La Esfera); El ataque contra la razón de Al Gore (Debate); Clima de miedo, del Nobel Wole Soyinka (Tusquets); Tiempos líquidos, de Baumann (Tusquets) ¿A qué nos les mentía? ¡Prometedor!

"El ocio es la madre de todos los vicios. Pero es una madre, y hay que respetarla"; "La sospecha es prima de la suspicacia, tía de la ofensa y amiga de una amiga de la calumnia"; "Cuando alcancé la sabiduría, ella me miró y dijo: Ya me alcanza cualquiera." Tres frases apenas, pura dinamita, que explican por qué los que leyeron al escritor argentino Roberto Fontanarrosa, muerto la pasada semana, le echarán tanto de menos.

Nunca un director general lo había tenido tan claro. Y es que, como él mismo ha dicho "soy uno de ellos". José Jiménez, responsable de Bellas Artes, no ha hecho más que estrenar despacho en el Ministerio y ya se ha reunido con asociaciones de galeristas, críticos, artistas e Instituto de Arte Contemporáneo. De momento, escucha; pero ahora podrá hacer lo que tantas veces ha pedido. Por ejemplo, cambiar sustancialmente los patronatos de los museos, convocar un concurso internacional para nombrar a los directores... incluso sustituir a Ana Martínez de Aguilar al frente del Reina Sofía. Tiene tarea, sí.

Por cierto que esta vez antes que nunca. Las galeristas madrileñas (y digo las porque ellas son más, y hablan más alto) están en pie de guerra. Ya hay una primera lista de seleccionadas para la próxima edición de ARCO y muchas no están en ella. Los cambios anunciados por la directora, Lourdes Fernández, ya están aquí y la polémica se vislumbra recia.

Tengo mis debilidades. Una de ellas es la familia Simpson. Es cierto que desde hace unos cuantos años las tramas se repiten y los personajes están demasiado explotados, pero eso no impide que me fíe del creador de la saga, Matt Groening, cuando dice que han tardado más de 10 años en hacer la película porque querían hacerla bien. Por eso, este fin de semana pienso disfrutar de los placeres de Homer. Y es que en esta vida un poco de Simpson es mucho.