Juan Navarro Baldeweg, José Luis Gómez, Sánchez Ferlosio y Luis Eduardo Aute

Las bases del premio Cervantes cambiarán... el año que viene. Algunos detalles sobre lo del Teatro del Canal. Aute hace de nuevo las Américas y remata No hay quinto animaLo. Brad Pitt se arrepiente. ¿Desafinará el jurado de la letra del himno nacional? Turín, capital del teatro europeo, con José Luis Gómez y Nuria Espert como estrellas. ArteMadrid y el derecho de admisión.

Me cuentan que el Ministerio de Cultura está más que dispuesto a cambiar las bases del premio Cervantes para que la elección del galardonado no dependa del capricho del presidente de turno -Jiménez Lozano en tiempos de Aznar, Ferlosio y Gamoneda con Zapatero...-, pero que este año, por falta de tiempo, volverá a depender de la fontanería de Moncloa. Y dicen más. Dicen que el de este año ya está casi decidido, y que lo quieren poeta de la otra orilla, tal vez porteño, tal vez amigo... Aunque muchas son las fuerzas literarias, y las que no lo son tanto, que prefieren otro candidato. ¿Qué será, será?

Desbordada tengo mi papelera por culpa del Teatro del Canal de la Comunidad de Madrid, y no precisamente por su cartelera, sino por el arquitecto... ¿que lo construye? Juan Navarro Baldeweg ha sido despedido por Esperanza Aguirre, cuya acción ha tenido el consabido manifiesto-protesta de las fuerzas culturales de choque. Y es que a la presidenta comienzan a visitarla los fantasmas del Real. El Canal debía haber estado listo en 2004 y todavía queda faena por hacer. En 2008 se cumplen los 25 años del Festival de Otoño y la Comunidad quiere celebrarlo con su inauguración. Otro detalle menor: el presupuesto ha crecido casi un 25% más de lo previsto, por lo que el teatro se acercará a los 100 millones de euros.

Con menos payasadas que otros, y muchas menos ínfulas, Luis Eduardo Aute se encuentra haciendo de nuevo las Américas en una gira musical, literaria y sentimental que va a llevarle a México, Costa Rica y Guatemala. Y parece que ya hay gente apostada en la plaza del Zócalo de México DF para no perderse el concierto que suele ofrecer allí el poeta y pintor, que acaba de publicar AnimaLhito, cuarta entrega de sus tan recomendables libro-bichos. Lo mejor es que ya tiene "casi acabada" la quinta entrega de esta saga, que se titulará No hay quinto animaLo.

Insólito pero cierto: Brad Pitt acaba de pedir disculpas a los críticos por sus "pésimas" interpretaciones del principio de su carrera. Concretamente, el astro se ha referido a tres filmes verdaderamente escandalosos: Clase sangrienta (1989); Siete años en el Tibet (1997) y ¿Conoces a Joe Black? (1998). Es un gesto que le honra, y que podrían seguir cientos. Por ejemplo, el Leonardo DiCaprio de Titanic, o el Keanu Reeves de Pequeño Buda. Y si nos metemos con actores españoles, ¿dirá algún día Antonio Banderas que lo de Two Much fue demasiado?

El consenso llegó definitivamente al jurado que tendrá que elegir la letra para el himno nacional. Me pregunto si este jurado es representativo. ¿No hubiera sido más lógico que hubiera sido nombrado por las Cortes? Tal como están las cosas, ¿no puede quedar el trabajo de seleccionar entre miles de ejemplos enviados en un mero papel mojado? Si no hay dictamen del Parlamento, todo puede quedar en nada. Y allí nadie ha dicho esta boca es mía.

Hay congresos aburridos y congresos que convierten la ciudad donde se celebra en una fiesta. Como va a pasar en Turín, que con motivo del encuentro anual que celebra allí la Unión Europea de Teatros el próximo fin de semana recibirá a lo mejor de la escena del viejo continente hasta finales de diciembre. Por España estará La Abadía de Gómez, con Play Strindberg, en una especie de festival que recordará al gran Giorgo Strehler en el décimo aniversario de su muerte.

La buena estrella (y el buen hacer) acompañan a los arquitectos Tuñón y Mansilla. Desde la concesión este año del prestigioso Mies van der Rohe por el MUSAC, no paran. El Ayuntamiento les encarga (tras concurso público y junto a Matilde Peralta) el Centro Internacional de Convenciones de la Ciudad de Madrid (al ladito de las cuatro torres de la Castellana) y ahora los FAD les premian por la rehabilitación de la sede de Fundación Barriè de la Maza en Vigo. Frenético.

No cesan las quejas de algunas galerías madrileñas hacia ArteMadrid. Y es que parece que el ser admitida en la asociación de galeristas que preside Elvira González, de la mano de Pepe Cobo, se está poniendo más difícil que la entrada en ARCO. Y no es de extrañar que muchas galerías lo consideren como un paso previo para llegar a Ifema, ya que en la feria de Lourdes Fernández no hay ninguna galería de la capital que no pertenezca a ArteMadrid. Por eso luchan a muerte por un hueco en sus listas.