Opinión

Pan de higo

por Fernando Aramburu

31 julio, 2008 02:00

Lo han mandado a entrevistar al escritor ese que acaba de publicar un libro. Llega sin ganas. Tiene prisa. Dentro de un rato deberá atender a otro asunto. No ha podido leer el libro del entrevistado. La editorial se lo envió tarde y, además, él no da abasto a tanto encargo. Es frecuente que por tal razón se queje del periódico que le paga. Como mucho sacarán una entrevista así. Dice esto dejando entre dos dedos la separación justa para albergar una aceituna, quizá un garbanzo. Trae una lista de preguntas adecuadas para cualquier escritor del universo. Sólo busca menudencias biográficas, cuatro generalidades sobre el tema del libro, nada de honduras. Hay que tener mucho cuidado con él, sobre todo si carece de grabadora. Su capacidad de atribuir afirmaciones lo vuelve peligroso. Puede endosarnos un tópico (escritor vasco afincado en Alemania, por ejemplo) que, propalado por sus congéneres, nos marcará como un estigma imborrable. La cautela aconseja oponer a su lista de pregunas otra de respuestas. ¿Por qué has escrito el libro? Mi estímulo principal fue la voluntad de escribirlo. ¿De qué trata? Trata, en líneas generales, de su contenido.