Image: Sí al cambio

Image: Sí al cambio

Opinión

Sí al cambio

Por Juan Palomo

15 mayo, 2009 02:00

Juan Carlos Marset, Félix Palomero, Rogelio Blanco, y V. S. Naipul

Me gusta el cambio, sí señor, me gusta que al fin esté al frente del INAEM un gestor solvente, conciliador y sensato como Félix Palomero, que sospecho que no actuará como el elefante en la cacharrería teatral, o casi, que fue Juan Carlos Marset, que enfadó a tantos. Aunque, si quiere durar en una Casa con siete chimeneas y mil cambios, haría bien Palomero en fijarse en la trayectoria discreta, inteligente y sutil del leonés Rogelio Blanco, director general del Libro desde la llegada de Zapatero, y zumbullido de hoz y coz en sus archivos republicanos y sus memorias históricas, que al jefe tanto le gustan. La prueba es que ninguno de los tres últimos ministros ha osado moverle la silla. ¡A ver, con un material tan sensible en la mano, cualquiera se atreve!

¿Por qué la Feria del Libro de Madrid no ha dejado a las empresas comercializadoras del libro electrónico estar presentes allí y, sin embargo, permite que el Ministerio de Cultura organice unas Jornadas sobre el Libro Digital (Del Sinodal al Digital) que se prolongarán durante tres días?¿Cómo se explica que la Feria no acepte la presencia de unas empresas con la peregrina excusa de que "el libro electrónico no tiene aún la suficiente presencia? ¿Tanto miedo le tienen los editores al e-book? Pues como no espabilen...

Han sido tantos meses de euforia, de mirar a otro lado asegurando que el sector del libro lo estaba pasando mal pero que la editorial a la que se consultaba tenía los mejores datos de su historia, que al final la crisis les ha estallado con datos y evidencias. Como ya les conté, los editores de Madrid han contestado a una encuesta para radiografiar, sin burbujas, al sector. Y el resultado es peor de lo esperado porque el 62,86% de los editores reconoce un descenso de ventas del 21,70% en enero-febrero de 2009 respecto al mismo período del año pasado. ¿Habrá llegado la hora, como reclama un importante grupo de editores independientes, de pasar a la acción y plantear una estrategia colectiva?

Es posible que Derek Walcott no sea el Nobel más popular del mundo (en Córdoba los responsables de Cosmopoética aún recuerdan con espanto su vanidad y malos humos, aunque en las distancias cortas dicen que era amable), pero el retrato que V. S. Naipaul, también premio Nobel, y también antillano, hace del autor de Omeros, no tiene desperdicio: "Walcott cantó las alabanzas del vacío [...] después empezó a aburrirles. Agotó el primer arrebato de su talento; al parecer, no se le ocurría nada más y se volvió un hombre común y corriente que necesitaba un empleo. [...] Lo rescataron las universidades norteamericanas". O sea.

El fenómeno comienza a acaparar titulares en el extranjero. Leo en la revista Variety que el cine español recupera la salud gracias a la comedia, lo cual viene a significar un retorno a sus orígenes. Los éxitos de Mentiras y gordas, Fuga de cerebros y Al final del camino, nos retrotraen a los años 80 y dan nueva vida a aquello de que los españoles sólo sabemos hacer películas "de risa". Al final no ha sido Almodóvar el que salve 2009 sino la "españolada" de toda la vida. Es bueno para la cifras pero está claro que para algo más. l

P.D. Lean, aquí a la izquierda, al amigo Bonilla. Testimonio colosal de primerísima mano. ¿Quién es el autor de ese libro espléndido? Que nos lo diga.