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Opinión

Ministras

12 junio, 2009 02:00

A. González Sinde, Cristina Garmendia, Fowgill y Daniela Féjerman

Cada semana, pueden creerme, llueven en esta Papelera historias sobre las viudas de los escritores. La mayoría son maldades, claro, porque abundan desproporcionadamente las de perfil voraz y avaricioso, aquéllas que no respetan ni últimas voluntades ni primeros escritos. Otras, ya lo sabemos, son ejemplares. Pero la más sorprendente, sin embargo, es la que rodea el legado de Blas de Otero. Resulta que es imposible publicar los numerosos poemas que el autor de ángel fieramente humano y Redoble de conciencia dejó autorizados e inéditos por que sus"viudas" no se ponen de acuerdo. Ni la cubana Yolanda Pina (con la que estuvo casado tres años, y de la que se divorció en 1967), ni Sabina de la Cruz, su última compañera, ceden un palmo de sus derechos, en una lucha en la que la vanidad pide la palabra y olvida la paz.


Ministra Garmendia: como sabe, hemos perdido una ocasión de oro para haber tenido la sede del ESS (Fuente de Neutrones Europea). Varios científicos relacionados con la física me lloran en el hombro por ser Suecia la principal destinataria del proyecto y todos coinciden en que si hubiésemos hecho los deberes con tiempo ahora este organismo probablemente estaría en Bilbao. Volvemos al papel de escuderos por falta de previsión.


Los pioneros en la digitalización pública de libros por estas tierras, la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, han abierto embajada en la Pequeña Literatura. Su proyecto "Clásicos de Literatura Infantil y Juvenil" busca llevar a las aulas autores y obras a caballo de las nuevas tecnologías.Tiran de sus ya ingentes fondos digitales y añaden estudios, fichas, tertulias virtuales, etc. Ya era hora. No todo son recelos y miradas torvas desde el Mundo del Libro a lo "digital"...


Los internautas, y en realidad cualquiera que luzca ceja libre, ponen a González-Sinde ante la Oficina de Conflicto de Intereses. No es de recibo que su manera de arreglar "el problema del cine" sea echando más dinero al sector. Algunos, ingenuos, creían que no se atrevería, pero quiá, dale más al manubrio que seguimos estrenando! Su último guión, el de Siete minutos, de Daniela Féjerman, se estrena hoy mismo, para que no haya duda. ¿Que cuánta subvención ha recibido? No lo sé, pero ustedes sepan, mientras tanto, que la impunidad se instala también en la Casa de las Siete Chimeneas, donde no va quedando, por cierto, ni un bolígrafo de su antecesor. No hay ya ni rastro de la época Molina.¿Qué suerte correrá el tan bendecido Código de Buenas Prácticas?


Acostumbrados como estamos a los traidores de cercasnías, no deja de sorprender la historia del argentino Fogwill. Narrador popularísimo en toda Hispanoamérica, Mondadori había publicado desde 1998 media decena de sus hilarantes novelas, sin demasiado éxito. Hasta que una editorial pequeña pero no menor, Periférica, apostó por él, publicó Help a él, y lo convirtió en libro de culto. Desde entonces el esritor sólo quiere que le publiquen sus amigos más jóvenes. O sea, que algo sí cambia en la edición, aunque sólo sea el que se consoliden esos sellos independientes, que se instalan en provincias o en Madrid y que dejan Barcelona para los grandes grupos.


Marina Abramovic, de quien todavía podemos ver sus 8 lecciones en la Laboral, ya ha anunciado el acontecimiento del MoMA en 2010: la artista, de 62 años, realizará durante los tres meses que dure su retrospectiva la performance más larga jamás representada: actuará durante 7 horas al día . Y es que para Abramovic, vida=arte.