Image: Duelo en las listas

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Opinión

Duelo en las listas

Por Juan Palomo

26 marzo, 2010 01:00

Miguel Delibes, Nuria Espert, Bigas Luna y Matilde Asensi


Es el tiempo de los lazarillistas. Ya no valen los silencios, la condescendencia ni los papeles por debajo de la mesa. La red ardía la semana pasada de informes y comentarios y en mi terminal recalaron decenas y decenas (¿llegarían al centenar?) de versiones, apostillas, explicaciones, textos... Vivo sobrepasado por el tal Diego Hurtado de Mendoza. No sabía yo que el Lazarillo levantara tantas pasiones. A la historiadora Mercedes Agulló (una "bibliotecaria meritoria" le llama el rico erudito) le ha divertido comprobar lo que ya sabía: que los que han dedicado años de investigación a estudiar la novela no iban a ceder, así como así, ante los argumentos de una simple paleógrafa.

No recuerdo nada igual, jamás se había visto un duelo similar en las listas de los libros más vendidos, y entre autores de los nuestros. No hay Larsson que valga ni vampiro que lo resista: ahí van, a la carrera, Arturo Pérez-Reverte y Matilde Asensi, uno desde la Cádiz asediada y otra desde Sevilla, perseguidos por los guardias civiles de Lorenzo Silva y por El tiempo entre costuras de la primeriza María Dueñas, mientras gana terreno Julia Navarro con su Dime quién soy... Y dime, también, quién ganará.

Es incansable: sus películas tal vez no ganen Oscar pero él, Michael Moore, sigue en campaña. Su penúltima ocurrencia ha sido ofrecerse a Obama como jefe de gabinete por un dólar al año. A cambio, enseñará al presidente a vencer a los republicanos en el Congreso, aunque tenga que levantarlo todos los días a las cinco de la mañana, siete días a la semana, y obligarle a trotar por el Capitolio mientras repite que está al servicio de SUS votantes. ¿Aparecerá algo de esto en The Bridge: The Life and Rise of Barack que lanza en abril David Remnick, director del New Yorker?

Cuenta atrás para Shanghai 2010, que arranca el próximo 1 de mayo. En una de las tres salas del Pabellón Español (el cesto de mimbre de Benedetta Tagliabue) dirigidas por cineastas no faltará Atapuerca. En la de Bigas Luna (las otras dos serán coordinadas por Isabel Coixet y Martín Patino) podrá verse "ADN de España", una original muestra con piezas del yacimiento burgalés. La Fundación Atapuerca reunirá además a lo mejor de la paleontología mundial. Al fin parece que la ciencia es una de nuestras cartas de presentación.

Valladolid se echó a la calle por Delibes. Les puedo asegurar que fue impresionante. No hay desde luego en nuestro país escritor que concite tal sentimiento popular. Pero, ¿dónde estaban los escritores, los colegas de Delibes, esos que tantos elogios escribieron el día anterior? Ah! Es el precio de la independencia. El escritor no tenía ni sindicatos, ni grupos ni cuadras detrás. Tenía lectores. ¡Qué lujo!

Nuria Espert se llevó, como saben, los 50.000 euros del Valle, el gran premio de teatro que se falló la semana pasada, en una final emocionante que tuvo a Carlos Hipólito como adversario. Los teatreros dan mucho de sí en cenas relajadas, así que dispensaron noticias. Por ejemplo, que el gran Hipólito proseguirá con"su ciclo argentino". Después de trabajar con Veronese (en Glengarry, por la que fue candidato), su siguiente producción será con Claudio Tolcachir, quien le va a dirigir en Todos eran mis hijos, de Miller. También, que Blanca Portillo, finalista de lujo, se pasa a la dirección. Por cierto, el otro ganador de la noche fue Mario Gas:de las once obras nominadas, cinco fueron producidas o exhibidas en el teatro que dirige, el Español. No está mal.