Image: Mentes peligrosas

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Opinión

Mentes peligrosas

Por Juan PalomoParticipe en el blog de Juan Palomo

7 mayo, 2010 02:00

M. A. Moratinos, E. de Diego, J. M. Coetzee y Bryce Echenique


Las mentes inteligentes, pensantes y con amor a España (que no crean que hay muchas) coinciden ciento por ciento en esto: la única razón de mantener el Ministerio de Cultura es la proyección exterior de aquello, lo único, en lo que somos potencia mundial, es decir, nuestra cultura. Si a partir de ahora va a ser Exteriores quien controle la cultura fuera; si dentro de España las competencias están transferidas a las comunidades; si el Museo del Prado es ya un organismo autónomo; si el Reina Sofía le sigue los pasos... ¿en qué se queda el Ministerio de Cultura? ¿Es un primer paso para su desaparición, o quizá Zapatero ve demasiado atareada a Sinde distribuyendo el dinero de la caja subvencionadora? Ha sido una larga batalla la que ha librado Moratinos (el anterior titular de Cultura, César Antonio Molina, no se dejó y cayó en el intento), y finalmente ha ganado. ¿Habremos perdido los demás?

El reino de Redonda, del que sigue siendo soberano absoluto Javier Marías, cuenta, como ya saben, con un nuevo premiado (el décimo, tras Coetzee, Elliott, Magris, Steiner, Bradbury, Alice Munro, Eco, Rohmer y Fumaroli), convertido al tiempo en un nuevo caballero: Milan Kundera, nuevo Duke de Amarcord. Un reconocimiento más que justo, aunque este año, y de forma excepcional por tratarse de su décima convocatoria, el premio cambió sus bases y admitió, por primera vez, candidaturas de autores y cineastas españoles y latinoamericanos. Pues ni por esas, el jurado volvió a olvidar a los hispanos. Otra vez (¿a los 20 años?) será.

No sólo Robert DeNiro y su Tribeca saltan a la red. Documenta Madrid, que arranca hoy consolidado como el festival de cine de no ficción más importante del país y con creciente repercusión internacional (cifras cantan, 87 títulos de estreno en España entre 1153 candidatas), también podrá verse a través de Filmotech.com. Una excelente iniciativa para acercar una programación que este año nos trae el último Oscar (The Cove) o retrospectivas como la de Peter Hutton.

Abrumado los últimos tiempos por varias acusaciones de plagio, vuelve al relato el mejor Alfredo Bryce Echenique con La esposa del Rey de las Curvas (Anagrama), en el que, por ejemplo, un niño solitario y mitómano, futuro escritor, es salvado casi milagrosamente cuando sus compañeros están a punto de descubrir sus mentiras. Hay también historias de amores imposibles, algún que otro rencor, y muchísimo humor negro. Y lo mejor es que, si acaso, sólo se intertextualiza a sí mismo.

Ya saben que tenemos comisario, bueno, comisaria, para el pabellón de Venecia 2011, que ya es mucho. Katya García Antón, española afincada en Ginebra y con probada experiencia en diversos centros y exposiciones europeos, será entonces quien, en breve (espero), nos dé el nombre del artista elegido (o elegidos). En esta ocasión el Ministerio (personificado en la figura de Carlos Alberdi) ha contado con la ayuda de Carmen Jiménez, Estrella de Diego, Bartomeu Marí y José Lebrero. Como experimento no ha estado mal y, algo es algo. Para la próxima pido más transparencia en los pasos previos.

La nube de polvo volcánico islandés retrasó las llegadas de Pier Luigi Pizzi y Juan Diego Flórez a Madrid, pero ha sido el buen tiempo lo que ha trastocado la agenda del Teatro Real. Resulta que el divo peruano anuló una rueda de Prensa a cuenta de un supuesto malestar intestinal que, sin embargo, no le impidió, horas más tarde, lucir sobre la pista de tenis uno de los mejores reveses líricos desde que cancelara su Rigoletto en Madrid. Se ve que el Real lo cura todo.