Image: Bodas con arte

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Opinión

Bodas con arte

Por Juan PalomoParticipe en el blog de Juan Palomo

21 mayo, 2010 02:00

Paul Auster, Carmen Ballcels Sergi Belber y Carlos Salem


Ya está: sin mucho ruido, casi en secreto, se consumó la venta de Siglo XXI a Akal que ya les adelanté en esta Papelera el 26 de febrero pasado. Lo malo es que ésta no es la primera ni será la última absorción, y que algunos pequeños sellos que comenzaron con entusiasmo van a dar la razón a Carmen Balcells cuando decía que eran como setas, sólo de temporada. También han caído, víctimas de los malos resultados económicos, los editores de 451, Xavi Azpeitia y Gerardo Gonzalo, a pesar de haber inaugurado con aparente éxito una colección de libros que reinventaba los clásicos (Poe, Lope) que otros sellos más poderosos se apresuraron a copiar, y de haber apostado por el ensayo y la creación más audaz con Aixa de la Cruz, Miguel Tomás-Valiente o Mauro Montero.

Paul Auster, a pesar de confesarse desempleado y casi ansioso por falta de actividad, es incansable: como saben, no sólo acaba de publicar su penúltima novela (Invisible), sino que ya ha terminado la siguiente, Sunset Park, que lanza en Estados Unidos el próximo noviembre. Quizá para entretener la espera, no deja de viajar, de León a Jerusalén, donde acaba de desvelar algunos secretos de su oficio. Asegura, por ejemplo, que cuando empieza a escribir tiene una idea leve de lo que quiere, pero que cada vez que piensa una novela lo cambia todo: "Nunca he acabado un libro de la forma en que pensé que lo haría" porque, para él, "tiene que ser una historia y una aventura". En plena era de internet, el autor de Leviatán comienza a escribir siempre a mano, con bolígrafo a lápiz, y luego lo mecanografía "casi párrafo por párrafo", porque no está seguro de que al día siguiente entenderá su letra. Eso sí, parece que sus agentes y editores no tienen problemas para entenderse con él.

Hay boda y exposición conjunta. Yolanda Romero, directora del Centro José Guerrero de Granada y Manuel Borja-Villel, director de nuestro siempre patrio Reina Sofía, se casan en la ciudad de la Alhambra. Una nueva pareja en el mundo del arte que comparte, también, las mismas exposiciones. Se me antoja excesivo. Así es que no se preocupe quien no pueda ver el Desdoblamiento de Val del Omar en Granada este verano, que en septiembre Borja-Villel lo tiene reservado como uno de los platos fuertes de su museo. Dos por uno.
Sabía que Carlos Salem, el escritor argespañol más prolífico que existe, le daba a casi todos los palos, de la poesía a la novela policiaca y el relato urbano. En 2007 ganó el premio de la Semana Negra de Gijón a la mejor primera novela con Camino de ida, son legendarios los recitales poéticos que organiza en el Bukowski Club, e incluso ha inventado un nuevo género literario, los relatos de cerveza-ficción. Por eso resulta más sorprendente su última pirueta: acaba de ganar un premio de novela romántica, nada menos, el Seseña, con Cracovia sin ti, aunque, eso sí, me aseguran que es suficientemente canalla, que se bebe muy bien y no deja resaca.
Alfredo Sanzol, autor y director que triunfó hace dos temporadas en Madrid con el simpático espectáculo Si pero no lo soy puede presumir de ser uno de los pocos dramaturgos que escriben en castellano y que han sido traducidos al catalán. En estos momentos ensaya en Barcelona, con las chicas de T de Teatre, Delicades, pieza de humor que ha traducido Sergi Belbel y que estrenará en el Festival Grec. Por cierto, la compañía ya tiene otra pieza a la vista, del argentino Javier Daulte, el otro gran autor vivo que también traducen al catalán.