El sumidero del libro digital engulle insaciable a los actores clásicos del negocio. La especie más amenazada hoy es la librería. Borders, la segunda cadena más importante de EE.UU, acaba de declararse en bancarrota y cerrará 200 de sus 650 tiendas. La primera cadena, Barnes & Noble, resiste a duras penas gracias a que, a diferencia de su competidora, apostó con fuerza por el ebook, con lector propio. En Inglaterra la legendaria Waterstone's coquetea también con la quiebra. ¿Y en España? La cosa no pinta mejor. Bertelsmann se desembarazaba la semana pasada de sus nueve librerías Bertrand, que quedaban en manos de Planeta. Recientemente cerraba la estupenda librería Abac de Madrid y podrían hacerlo pronto, ojalá yerren mis informadores, Fuentetaja, Asia y Aviraneta. Y los libreros devuelven lo nunca visto. Internet salvará al libro pero, ¿quién salvará las librerías?



T ras el ARCO tensado de entusiasmo, llega la queja calma de artistas, galerías, críticos, directores de museos...: el arte está abandonado. Elena Vozmediano (por el Instituto de Arte Contemporáneo), Rocío de la Villa (por Mujeres en las Artes Visuales), José Manuel Costa (por los críticos), Alberto de Juan (por los galeristas) y María Noguerol (por los artistas) salieron, todos a una, para recordar a la ministra (tanto cine, tanto cine!) que los museos han visto reducido su presupuesto a la mitad, que los galeristas no ven un duro estatal y que así no hay quien vertebre cultura artística: sin un IVA reducido, sin una ley de mecenazgo, sin una promoción que no esté al servicio de intereses diplomáticos o comerciales. Escúcheles, ministra.



Creo que el bueno de Mortier anda escandalizado por las fabulosas cifras de su sucesor en la Ópera de París, Nicolas Joel. Tanto, que dicen que en un arrebato cambió el libreto de La página en blanco, de Pilar Jurado, para tratar de aumentar el número de espectadores. No sé si la versión original era mejor, pero la que vimos esa tarde no convenció ni al público ni a la crítica. Tampoco al patoso que, al terminar, gritó un "Viva Atleti" que le afeó, pese a todo, el respetable.



Lo de Pajín ejerciendo de directora de escena se está convirtiendo en un sainete bastante esclarecedor. Por ejemplo, me gustan Boadella y Gas porque son rebeldes y no pasan por el aro: en sus obras se fuma de verdad. Pero el chico malo que aparenta ser Rigola, uummm... En Gata sobre el tejado de zinc caliente le casca a la abuela de la obra un cigarro en la mano ¡correctamente apagado! Llamo a la insumisión de los escenarios: si no hay, añadan escenas con fumadores!!



¿Recuerdan el rotundo NO Global Tour de Santiago Sierra? La película, que acaba de participar en la sección más vanguardista del festival de Berlín, se estrena hoy en España, en el Artium de Vitoria, después de recorrrer Italia, Alemania y pasar por el Rockefeller Center, la bienal Art Basel Miami, el Parlamento Europeo...