Image: Historia de un poema

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Opinión

Historia de un poema

Por Fernando AramburuLea la crítica de La sociedad de la ignorancia

13 mayo, 2011 02:00

Fernando Aramburu


Seguro de mi despido inminente, en plena reunión me declaré propietario de un poema. Oí risitas, el jefe de proyectos puso los ojos en blanco; pero al supervisor de Boston le interesó el asunto. Leí el título: Primavera. El poema me lo había regalado mi hija de trece años por la mañana. Los del departamento de publicidad se encargaron de traducirlo. El delegado canadiense estableció un vínculo entre nuestro nuevo zumo de maracuyá y el poema. Se acabaron las risitas. El de Boston decidió cambiar el título. Verano, le puso. Obtenida la aprobación de la central de Shanghái, el poema fue reducido al eslogan en lengua inglesa que todo el mundo conoce. Dicho eslogan propició la fabricación de los famosos veranitos fosforescentes anunciados en televisión. Millones de adolescentes juegan a matar veranos en sus videoconsolas. Mi hija también juega. He sido despedido, pero casi soy feliz.