Agustín Fernández Mallo



Esto no es una reseña de un libro, sino una opinión. Para hacer una reseña de un libro hay que manejar un aparato teórico y unos conocimientos que, francamente, la mayoría de los/las reseñistas no manejan. Una reseña de un libro también es una opinión, sí, pero una opinión articulada en un sistema teórico, sea éste cuál sea. Una opinión es una yuxtaposición de impresiones asistemáticas y, como tal, irrefutables, por eso la gente prefiere dar opiniones en vez de hacer reseñas, para no tener que estudiar o construir un sistema propio. Estoy leyendo una novela que me parece buenísima, Alma, de Javier Moreno, editada por Lengua de Trapo. Del autor me ha interesado siempre, y sobre todo, su poesía; por ejemplo, Acabado en diamante, quizá su poemario más redondo hasta ahora, (Premio Internacional La Garúa). Tiene el autor una intuición muy depurada para establecer un equilibrio entre las fuentes arcaicas, pasadas por las helénicas y enchufarlas directamente en contenidos científicos contemporáneos [no en vano es matemático de profesión], o en los movimientos de la sociedad de consumo y del espectáculo (Cortes publicitarios, premio de poesía Miguel Hernández). Y esa intuición no es redundante, sino que investiga espacios y campos semánticos nuevos. Su novela Alma es un buen ejemplo, de cada 3 frases podría hacerse una poemario entero o una novela entera, concatenación de intuiciones audaces, exigentemente poéticas, inteligentes, en absoluto pretenciosas ni forzadas.