Michel Houellebecq, Eduardo Bautista, Arturo Pérez Reverte y Patricia Cornwell
En Amazon se venden libros pero también tablets y móviles, ropa interior y coches. Los precios son buenos, la experiencia usuario, exquisita, la rapidez del envío no tiene competidor y el servicio postventa resulta excelente. Su aterrizaje en nuestro país es una magnífica noticia para el consumidor... y un muy mal augurio para la industria cultural patria que no ha apostado nunca con fuerza por la venta en la red más allá de su uso meramente complementario al canal tienda tradicional. Si nadie en España se esforzó en serio por vender libros de manera masiva por internet ¿quién se atreverá ahora?, ¿y cuántos lectores se acercarán dentro de unos años a patita hasta la tienda? Es cierto que en España el gigante estadounidense no podrá competir en precios debido a la Ley del Libro, ni en ebooks, por lo marginal aún del mercado. Pero todo puede cambiar. Y pronto.
No le está yendo mal al cine español en 2011. En la primera mitad del año se estrenaron 42 películas de producción nacional que obtuvieron una cuota de mercado del 19%, con Midnight in Paris, de coproducción española, al frente. Nada menos que diez puntos de diferencia con respecto al mismo período del año pasado, con un 9,07 % de cuota. Teniendo en cuenta que en el segundo semestre computará La piel que habito (superando ya el millón de euros de recaudación), la cuota puede llegar al 25%. Gracias, claro, a Woody Allen y Almodóvar.
Falta poco ya para la asamblea extraordinaria de la SGAE (día 20), donde los socios debatirán el cambio de estatutos de la sociedad para hacerla más participativa y permitir que las elecciones del próximo enero sean democráticas. Se pergeñan varias candidaturas alternativas a la oficial que encabezaba el infausto Teddy Bautista y su opositora, la de Fernández Sastrón. Interesante será ver las nuevas alineaciones de los artistas y conocer en detalle, si el jurista Ramón López Vilas lo permite, los negocios de la Sociedad y sus redes, léase Arteria.