Clarice Lispector, Francis Ford Coppola, María Kodama y Jeremy Irons



El hacedor (de Borges). Remake publicado por Agustín Fernández Mallo allá por marzo ha encendido una vez más el celo siempre ávido de la viuda de Borges. Desde hace un par de semanas, María Kodama presume en la intimidad de haber paralizado la venta del libro-homenaje del nocillero, y lo cierto es que Alfaguara está en plenas y secretas negociaciones para evitar problemas. La orden de "todo el mundo callado" se está cumpliendo a rajatabla.



Me imagino la ira de las feministas literarias de salón, pero Siruela acaba de publicar Solo para mujeres, de Clarice Lispector, con unas palabras de Laura Freixas como presentación: "Hoy Lispector -escribe- es unanimemente reconocida por el mundo intelectual y académico [...] como uno de los grandes genios de la literatura de todos los tiempos". Lo malo es que sus palabras, siempre encendidas, amparan en esta ocasión un libro alimenticio en el que la brasileña aconseja sobre temas capitales como la mejor manera de acabar con las cucarachas.



A pabullante la caradura del Ministerio de Cultura en su defensa del nombramiento de San Sebastián como ciudad europea de la Cultura. Dice ahora el Ministerio, y así lo asumen sus medios cómplices de siempre, que el hecho de que Cristina Ortega Nuere formara parte del Consejo Vasco de la Cultura "no supone ningún impedimento en relación con su condición de miembro del Comité de Selección". E insiste: "no tiene ni ha tenido ningún conflicto de interés". ¿Conflicto? ¡Si fue un paseo militar perfectamente diseñado! Me consta.



El Centro Niemeyer de Avilés sigue brincando a ritmo de acontecimientos y esas presuntas irregularidades de las que le acusa el Principado. A ver quién puede. De momento, el próximo lunes celebrará el preestreno de la película Margin Call, con Kevin Spacey y Jeremy Irons como protagonistas (¡ojo! Spacey presentará en el centro un impactante Ricardo III). Su argumento se pasea por la crisis financiera de 2008, tema que amenaza con convertirse en género por derecho propio.



¿Quién iba a decirnos hace unos años que una nueva película de Coppola despertaría tan poco interés? En el estreno de Twixt en el Festival de Toronto apenas hubo expectación. ¿Hemos perdido la fe en Coppola? Desde que no hace encargos para la industria y, con los dividendos que le deja el vino, se dedica a proyectos independientes como Youth Without Youth o Tetro. ¿Ha cambiado el director de El Padrino?. No lo creo. La audacia (y hasta la ruina) le han acompañado siempre. No me perderé Twixt, si es que algún distribuidor español se atreve. Es un homenaje a Roger Corman con Val Kilmer.



P. D. Mucho que contar de la fulminante destitución de María José Turrión del Centro de la Memoria Histórica. Rogelio Blanco no ha podido esperar al 20-N, tan lejos... y tan cerca, según se mire.