José Luis Cienfuegos, María Dueñas, José Antonio Marina y Eduardo Punset



Otra sustitución cantada (y aberrante) era la de José Luis Cienfuegos al frente del Festival de Cine de Gijón. El atropello debería desatar todas las alarmas sobre la gestión cultural de Asturias, con su concejal, Carlos Rubiera, al frente (busquen en ‘youtube' cómo dignifica la canción asturiana). No hay que saber de cine para abominar de decisión tan caciquil y provinciana. Nacho Carballo, su sustituto, ya alardeaba meses antes de la amistad íntima que le unía a un hijo de Álvarez-Cascos y de la certeza de que iba a ser el próximo director del certamen. Su facebook le delata. Cienfuegos cogió las riendas cuando el festival no era nada (hace 15 años) y lo convirtió en referente internacional. Carballo anuncia con convertirlo en escaparate del ¿cine asturiano? (véase entrevista en www.elcultural.es). Qué error.



Recoge el acervo popular que "todo necio confunde valor y precio". Pero no siempre es fácil dar con "el precio justo" que perseguía Joaquín Prat. Porque, ¿cuánto debe valer un libro digital? Gómez Jurado, por ejemplo, sigue el primero en la lista Amazon con El Emblema del Traidor a 1'49 euros. Se autoedita, cierto. Pero, ¿por qué Dime quién soy de Julia Navarro cuesta 16'14 euros (7,76 menos que en papel), El tiempo entre costuras, de María Dueñas 14'24 euros (7'76 menos) y Viaje al optimismo, de Punset, 13'29 (7'21 menos)? Y Anagrama anuncia que publicará antes en ebook que en papel (bien) lo nuevo de Paul Auster en primicia a 10'99 y luego subirá...a 14'99 euros. Así no despegarán las ventas por muchos readers que se vendan. Hasta que el precio medio no se sitúe en los 5-10 euros, como demuestra el caso americano, la bandera pirata ondeará amenazadora en el pabellón editorial.



Los libros más vendidos, por cierto, se apoderan la semana que viene de la Fundación Juan March, de la mano de José Antonio Marina, Sergio Vila-San Juan, el editor Daniel Fernández (Edhasa) y de Arturo Pérez-Reverte, con la intención de reconocer al best-seller como "pieza clave de la industria editorial" que cobra un papel "cada vez más fundamental" en los últimos años, o de descubrir, por ejemplo, "cómo llega un libro a convertirse -o no- en un best-seller" de largo o cortísimo recorrido. ¿Será tan fácil? Ay, me temo que no, como saben todos los que estos años han intentado copiar a Dan Brown o Falcones.



Mientras el Festival de Granada abre concurso para elegir al sustituto de Enrique Gámez (a pesar de que todo el mundo sabe que Diego Martínez, actual director del Archivo Manuel de Falla, se llevará el gato al agua) las rebajas llegan al mundo de la ópera. Y no hablamos de cachés ni de presupuestos. La Ópera de Zúrich vende los trajes y accesorios de la producción de Aida que protagonizó hace unos meses la todoterreno Nina Stemme. Estas gangas...ni en Sepu l



P.D: De la segunda fila político-cultural me gusta su escasa referencia mediática. ¿Sabrán que basta trabajo, eficacia y servicio al creador?