Image: Tras la pista pirata

Image: Tras la pista pirata

Opinión

Tras la pista pirata

Por Juan Palomo Participe en el blog de Juan Palomo

2 marzo, 2012 01:00

Alberto Olmos, Jaime Rosales, Enrique Vila-Matas y Michael Haneke


Apuro el champán y se extingue el chinchín de los bien merecidos brindis por el esperado regreso a casa de las 595.000 monedas de plata hurtadas a las profundidades por Odyssey. Pero, hay que decirlo, nos ha salido más barato pagar un carísimo abogado americano que acometer el rescate del tesoro olvidado hace dos siglos en la Nuestra Señora de las Mercedes. ¿Por qué la iniciativa privada yanki, más o menos corsaria, arriesga (y pierde) sus recursos y el Estado español no se la juega por la recuperación de nuestro patrimonio histórico? ¿Tomarán los gobiernos ahora la iniciativa, o seguiremos tras la pista pirata?

Es lo malo de la red: todo vale y cualquiera, tenga el talento que tenga , puede cobijarse en frases como: "La Virginia Woolf de la era de facebook". Y uno, claro, se queda estupefacto por mucho que sepa que las frases que eligen los editores para vender sus libros son siempre tan rotundas como inexactas. ¿Tan atroz es la era de facebook? se malicia uno de mis críticos corrosivos que trabaja el trapecio sin red. Lo asombroso es que la frase de marras la rubrica el New York Times, o eso pone en la faja del libro. Estoy confundido.

La espita se abrió en estas páginas. La cada vez más tupida y seductora blogosfera literaria en español encontraba eco en El Cultural, que hace unos meses elegía las mejores bitácoras. El debate posterior fue intenso y se alargó hasta hoy, así que mañana se celebra en Madrid el I Encuentro Blogs Literarios en el que se atacarán jugosas cuestiones: ¿qué es un blog literario? ¿qué aportan y cómo influyen en la narrativa? ¿pueden devenir en género literario? Y la pregunta crucial y urgente que acaba de lanzar Vila-Matas: ¿están asfixiando las redes sociales a los blogs literarios? Al turno de respuesta, los más hiperactivos escritores/blogueros: Jordi Corominas, Alberto Olmos, Javier Avilés, Luis Magrinyá, Aparicio Belmonte o Imma Turbau, entre otros.

La rumorología en torno a al Festival de Cannes ya se ha disparado. A estas alturas, el año pasado ya se sabía que Woody Allen iba a abrir el festival. De momento, silencio desde la organización. Las apuestas son que tanto Terrence Malick (Voyage of Time) como Paul Thomas Anderson (The Master) estarán presentes a competición con sus nuevos filmes. Pero hay mucho más: lo último de Michael Haneke (Love), de Walter Salles (On the Road), de David Cronenberg (Cosmopolis), de Abbas Kiarostami (The End), de Wong Kar-wai (Big House), de Andrew Dominik (Cogan's Trade), de Wes Anderson (Moonrise Kingdom), de Manoel de Oliveira (La sombra)... Y hay quien asegura que Jaime Rosales, con Sueño y silencio, también podría entrar a concurso.

Amiga de Borges, Lorca, Neruda y Sartre, acaba de morir, sin apenas ruido, la actriz argentina Lydia Lamaison, que a sus 97 años se aferraba a la vida "¡por todo!" Me quedo con dos de sus lemas: "No hay que aferrarse al pasado" y " Al futuro prefiero esperarlo".