Luis Landero, José Sacristán, Javier Rebollo y Julia Roberts.
Un terremoto ha sacudido el mundo de la escena esta semana con las noticias del millón de euros gastados en los teatros nacionales en pagar horas extras; el recorte salarial anunciado a los empleados del Teatro Real porque el equipo directivo, con Alfredo Tejero como administrador, decidió no aplicarlas; o las irregularidades detectadas en el Festival de Mérida, durante la época de Francisco Vázquez y la que le precedió. Ahora sí vamos a tener transparencia y publicidad, cuando empecemos a conocer en qué "artificios culturales" se gastaron estos ilustres gestores nuestro dinero durante los últimos veinte años. ¿No llegará a alcanzarles la Ley de Transparencia?
Adelantaba aquí la posibilidad de que tanto Albert Serra como Jaime Rosales acudieran con sus nuevas películas al Festival de Cannes. Las apuestas siguen altas, aunque no sea a competición, pero un nuevo nombre se suma a la quiniela, y éste parece garantizado. (Ninguno suelta prenda, ni confirma ni desmiente, pues el festival amenaza con retirarles si se van de la lengua antes del anuncio oficial, a mediados de abril). El tercero en discordia es Javier Rebollo, que podría presentar su tercer largometraje, El muerto, la historia de un asesino a sueldo, rodada en Argentina y protagonizada por José Sacristán.
Recién estrenada la enésima versión de Blancanieves en la que una malvada Julia Roberts encarna a la madrastra, conviene recordar que el mito vive más allá de Disney, pese a las ¡13 pantallas! que hay que pasar para encontrar en Google la primera versión no firmada por la multinacional del ratón Mickey. Pienso, para compensar, en las versiones más arriesgadas -y adultas- de Benjamín Lacombe (Edelvives), en los originales Cuentos de los Hermanos Grimm -que acaba de editar Taschen sin hurtar al lector el dramático final-, o la de Nórdica Libros, con ilustraciones de Ibán Barrenetxea de inminente aparición.
Una buena noticia: a Luis Landero le quedan veinte o treinta páginas para dar por terminada la novela que lleva escribiendo desde hace tres años. Su título, aún provisional, es Absolución y piensa entregarla a Tusquets esta primavera. Saldrá el próximo octubre.