Lourdes Fernández, Henrikka Grondahl, Paco Ignacio Taibo II y Manuel Borja-Villel

Con un puñado de ajos en el bolsillo me preparo para celebrar la semana que viene, el 20 de abril, la muerte de Bram Stoker, creador de Drácula. Pero el centenario vampírico no viene solo, ya que el Magazine Litteraire acaba de rescatar un inédito, o así: el contrato de la edición original de la novela, inicialmente titulada El no muerto, que demuestra que Stoker fue un precursor de los ingenieros contables de la SGAE, porque logró arrancar a sus escépticos editores porcentajes insospechados (el 20 por ciento nada menos) sobre las ventas del libro, a partir de los primeros mil ejemplares.

Varios rumores confirman lo que me olía: Lourdes Fernández tendrá un puesto en el Reina Sofía (últimamente se le había visto mucho por los pasillos del centro). Y parece que va a ser la encargada de patrocinio y desarrollo corporativo de la nueva Fundación del Museo que dirige Manuel Borja-Villel. Si esto fuera sí, ¿qué pasará con la Alhóndiga de Bilbao, de la que acaba de ser nombrada responsable?

Enésimo capítulo de nuestra desgraciada actualidad científica. Hace unos meses era una ciudadana anónima la que aportaba dinero a un laboratorio del Centro Príncipe Felipe de Valencia para que continuara con una línea de investigación que afectaba a la enfermedad de su hija. Lo consiguió con 7.700 euros. Ahora es el Laboratorio de Neurovirología asociado al Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM) el que pide socorro. La Fundación Alzheimer España (FAE) ha lanzado en su página web un SOS (cuenta corriente incluida) para que el equipo siga trabajando sobre el efecto de algunos virus en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, el llamado "efecto Herpesvirus". En esta ocasión son 10.000 euros los que salvarían el proyecto. Adelante, amigos, el micromecenazgo ya está en marcha.

En el libro Vencer la depresión sin drogas el doctor John A. Snyder asegura que la música de Mahler puede ayudarnos a "escuchar los sentimientos" y superar la ansiedad sin recurrir a ningún fármaco. Snyder y la doctora Nancy Steffen Fluhr insisten en que, más allá de su fama de neurótico, Mahler fue un ejemplo de superación y de resistencia. Lástima que no llegara a componer ninguna ópera. Lo digo porque la Folkoperan de Estocolmo acaba de poner en marcha un servicio de cantantes a domicilio contra los desengaños amorosos. Según la soprano Henriikka Gröndahl, una de las que realiza las visitas a los melomanopacientes, las arias de Mozart y Puccini resultan "infalibles".

Ha sido más difícil que nunca pero, al fin, la Semana Negra de Gijón tendrá su edición número 25 entre los días 6 y 15 de julio. Las negociaciones a cara de perro con el nuevo equipo municipal acaban de resolverse satisfactoriamente y la cita festivo-literaria volverá a los astilleros de la Naval, su octavo emplazamiento en un cuarto de siglo de historia. Sólo que... el boss, Paco Ignacio Taibo II, ya no la dirigirá.