Image: El eterno retorno

Image: El eterno retorno

Opinión

El eterno retorno

Por Juan Palomo Participe en el blog de Juan Palomo

1 junio, 2012 02:00

Carlos Ruiz Zafón, Arturo Pérez Reverte, Ana Belén y Rafael M


Como saben, si la Feria del Libro de Madrid está dedicada a Italia, la última de Turín, que cerró sus puertas el 14 de mayo, celebró la literatura española, y sus cifras llaman al optimismo: a pesar de todo, tuvieron más de 390.000 visitantes (un 4,1 por ciento más que en 2011), y autores como Pérez-Reverte, Savater, Cercas, Ruiz Zafón, Rosa Montero, Alicia Giménez Barlett o Fernández Mallo apasionaron a los lectores italianos. Lo de Pérez-Reverte fue excepcional: presentó su último Alatriste, ambientado en Venecia, y arrasó. Ahora mismo, ya de vuelta, está sumergido en el penúltimo capítulo de una novela complicada y no reconoce ni a la madre que le parió. Como para ir de Feria.

No han faltado, ni faltarán, en cambio, a su cita del Retiro otros que antaño renegaban de estas cosas, como el gran Eduardo Mendoza, aupado a lo más alto de las listas de los más vendidos y que durante años prefirió no volver a las casetas madrileñas después de que un paseante poco avezado no sólo no le pidió su dedicatoria sino que le preguntó por el precio de la mesa del stand.

Todo vuelve, sí. Ana Belén también. No pisaba el teatro desde la versión que hizo de Fedra en 2007 por encargo del Festival de Mérida, pero este verano vuelve al mismo teatro y casi con el mismo equipo: si entonces la dirigió José Carlos Plaza, ahora también; si compartió escenario con Fran Perea, ahora también; si fue una producción del Festival con la empresa de Jesús Cimarro, ahora también. Eso sí, ha cambiado el título, interpretará a Electra, y menos mal que cuenta nuevos compañeros de reparto.

La Bienal de Arquitectura de Venecia sigue llenando mi papelera. David Chipperfield, su director, sólo tiene in mente a cuatro españoles para su exposición: Rafael Moneo, Juan Herreros y Alberto Campo-Baeza (estos dos aún definiendo su trabajo). El cuarto proyecto es una exposición comisariada por Luis Fernández-Galiano con cinco estudios españoles como Tuñón + Mansilla o Paredes Pedrosa. Pero la novedad del trabajo reside en el propio montaje: 16 estudiantes de arquitectura vestidos de blanco sostendrán en el Arsenale las maquetas como peanas vivientes. Algo tiene de oportunidad y de exceso y mucho de crítica, al modo de las performances de Santiago Sierra o Ai Weiwei.

Si al final va a resultar que James Cameron tenía razón. A Wim Wenders le ha cautivado la experiencia de rodar en 3D, y después del éxito internacional de Pina 3D, una de las mejores películas estereoscópicas realizadas (con nominación al Oscar incluida), ha asegurado que a partir de ahora no se plantea hacer cine más que en el formato tridimensional. Su próximo proyecto, Everything Will Be Fine, será la primera película en su carrera que no ha escrito él -el guionista es el noruego Bjorn Olaf Johannessen-, la empezará a rodar este año y cuenta en su reparto con Sarah Polley.