Image: Familias felices

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Opinión

Familias felices

Por Juan PalomoParticipe en el blog de Juan Palomo

29 junio, 2012 02:00

Carlos Fuentes, Cees Nooteboom, Víctor Erice y Cecilia Bartoli


La célebre frase de Tolstoi sobre las familias felices, esas que siempre se parecen mientras que las infelices lo son a su manera parece encarnarse en la familia de Carlos Fuentes, tan estremecida de tragedias. Fallecido el escritor, su hija mayor, Cecilia, fruto de su primer matrimonio, aprovechó el día del padre (que en México se celebró el 17 de junio) para publicar una carta abierta en el diario Milenio, con más pena que rencor: "¿Habrás sabido alguna vez cuánto te quise y cuánto te extrañé siempre? Hace muchos años iniciaste una nueva vida con una nueva familia y por alguna razón, decidiste tratar de borrar de tu historia a mi mamá y a mí. [...] Yo sé que jamás logré ser la hija que hubieras soñado, pero lo intenté. No. No soy ni alta ni guapa ni sofisticada ni delgada ni culta ni interesada en la política, pero hice mi mejor esfuerzo estudiando y trabajando, siempre tratando de que me abrieras un lugarcito en tu vida. Nunca lo logré".

Con libro nuevo bajo el brazo (Tenía mil almas y elegí una sola, Siruela, prólogo y edición de Safranski), el holandés Cees Nooteboom se ha refugiado en un pueblecito de Menorca en busca de paz y sosiego, y vaya si los ha encontrado. La semana pasada descubrió que su móvil no tenía cobertura, que tampoco le funcionaba internet, que no había ningún cibercafé en la zona, y las llamadas a distintas redes eran infructuosas. Total, que estaba pensando en volver a su casa de Amsterdam porque tanto silencio y soledad comenzaban a estresarle...

Con tanta Eurocopa y tanta Olimpiada casi no se ha escuchado que Guimarães (Portugal) es la capital cultural de 2012. Pero su actividad cinematográfica es admirable. Ha financiado el largometraje colectivo Histories, en el que participan, con películas de 30 minutos, Víctor Erice, Manoel de Oliveira, Pedro Costa y Aki Kaurismäki, y que se presentará en el Festival de Venecia. La pieza del español, Vidros partidos, es un documental sobre la memoria de una fábrica textil, y es el primer rodaje industrial de Erice en diez años. Además, Guimarães también está financiando sendas películas en 3D de Jean-Luc Godard y de Peter Greenaway.

Antonio Moral y Alfonso Aijón son el ying y el yang del Auditorio Nacional, la doctrina pública del faire savoir frente a la consigna privada del savoir faire. Al primero le ha bastado con 2 millones de euros (332.772.000 de las futuras pesetas) para levantar una temporada del CNDM digna de tiempos de bonanza. Tiene truco: estrellas como Cecilia Bartoli empezarán a ir a taquilla. Y el que no quiera (como Miguel Poveda) no juega. Aijón sigue confiando en la fidelidad de los más de cuatro mil abonados de Ibermúsica para pagar los cachés de Maazel (50.000 por concierto), Barenboim, Salonen, Rattle... y no le preocupa el desembarco en Madrid (noviembre) de Josep María Prat (su "gemelo catalán" de Ibercamera) con su ciclo La Filarmónica, aunque venga con Gergiev y Gatti.