Arcadi Espada



La lentitud de Europa. Mi generación está siempre dispuesta a concederle el beneficio de la duda, y a transigir con sus deficiencias. Sabemos que Europa viene de Auschwitz y España de más allá de los Pirineos. Pero hay retrasos puramente incomprensibles. Europa vive una grave crisis. El sur de Europa la vive especialmente. Y en el sur de Europa, el sector cultural, un 5% del PIB español, vive una situación dificilísima. De esa situación la tecnología es parte del problema y de la solución. En España los libros de papel pagan un IVA del 4 por ciento. Pero el e-book paga el 21%. La actual legislación comunitaria establece que un libro de papel y un e-book no son lo mismo. Dice que el segundo es algo así como "una transacción electrónica". Lo chocante de este asunto es que sus expertos aseguran que se trata de una legislación absurda y que debe reformarse. ¡Pero no van a empezar a hacer propuestas antes de 2013! Bruselas considera, con razón, que es un asunto complejo y abre expediente a Francia y a Luxemburgo por considerar que su bajada unilateral del IVA electrónico puede producir distorsiones de la competencia. En plata: que yo puedo comprar e-books en Amazon Fr y ahorrarme un 14% de IVA. No lo dudo. ¿Pero ha evaluado la Unión Europea las distorsiones que causa la creciente lejanía entre la tecnología, la fiscalidad y la ley y hasta qué punto eso está poniendo en peligro no ya el desarrollo cultural, sino su propia supervivencia? La cultura es frágil. Al revés que los cañones. O la mantequilla.