Fernando Aramburu



El futurólogo estadounidense Michio Kaku pronostica un mundo perfecto. Devoto del progreso, sugiere que dentro de algunos años la ciencia médica conseguirá detener el proceso de envejecimiento celular, lo que condenaría a la Muerte al paro. Pobrecilla. Sólo le quedará la opción de la violencia; pero..., un momento, al parecer tampoco pintan bien las cosas por ese flanco. Lo afirma el profesor Steven Pinker, quien, a pesar de la tele y los periódicos, sostiene que cada vez hay menos asesinatos, genocidios y guerras. La educación, el efecto amansador de las mujeres, la evolución al alza del cociente intelectual, van logrando que la especie tome gusto a la empatía y refrene sus cinco demonios: el impulso depredador, el afán de dominio, el fanatismo ideológico o religioso, la venganza y el sadismo. Así lo certifican antiguos esqueletos, la literatura y las estadísticas. Corolario: anda suelta una banda de optimistas.