Louis Aragon, Ana Merino, Àlex Ollé y Yo-Yo Ma



Ya lo decía Benjamin Franklin: "Los hombres son criaturas muy raras: la mitad censura lo que ellos practican, la otra mitad practica lo que ellos censuran". Pero no siempre, o según, o va a ser que sí.... Resulta que ahora, cuando nos creemos tan libres, la censura sigue vigente y que un clásico como Louis Aragon, muerto en 1982, acaba de sufrir el castigo de Gallimard, que ha obligado a su biógrafo y editor Daniel Bougnoux a suprimir un capítulo entero en el que descubría la afición del escritor surrealista a disfrazarse de "drag queen", y a sustituir su slip por un taparrabos rojo pasión. Aquí parece que no pasa lo mismo, pero no hace tanto que Anagrama no pudo publicar Diario de un ladrón, de Jean Genet, por ser "un verdadero canto a las aberraciones sexuales, crimen y vida inmoral", o que en EE.UU. And Tango Makes Three, una historia basada en hechos reales sobre una pareja de pingüinos gays del Zoo de Central Park se convirtió en el libro más censurado del país a lo largo de una década.



La poeta Ana Merino, que sigue apostando por la creatividad y la imaginación, está a punto de debutar como dramaturga con una obra, Amor: muy frágil, que se estrena en español en diciembre en el teatro Stok de Zurich y que viajará a Biel en enero. Saldrá en alemán con los mismos actores -todos hispano-suizos-, en abril, y viajará después por tres ciudades suizas, aunque antes habrá una representación para hispanistas en la Universidad de Zurich el 23 de noviembre. ¿Para cuándo su debut en Madrid, Natalio Grueso?



La Fura dels Baus y Àlex Ollé se preparan para 2013. Vean si no su agenda: en enero, Un ballo in maschera en la Opera de Sidney, en marzo Ill Priggionero en Lyon y Aida en el Arena de Verona para junio. Si además contamos con que aún tienen en gira Quarttet (Holland Estival de Amsterdam) y Le Grand Macabre (en Oslo) concluiremos que el trabajo y el taleno son el mejor antídoto contra la crisis.



Gran expectación ante la ceremonia de investidura de Obama. No sólo por si al reelecto presidente se le vuelve a atragantar la Constitución, sino por los músicos que elegirá para el acto. Hace cuatro años, optó por Gabriela Montero, Yo-Yo Ma, Itzhak Perlman y Anthony McGill. ¿Volverán a los atriles las minorías de EEUU?