José Luis Gómez, Javier Reverte, Amparo Baró y Javier Fesser
Varios editores españoles lanzan desde hace meses a las librerías títulos más o menos calientes, más o menos húmedos, con el único afán de repetir la jugada hispánica de Las sombra de Grey, ese "porno para mamás" dicen los muy cursis, que ha causado estragos en las ventas de los otros libros. De lo mejor de la jugada me he enterado esta semana, y es que, aunque firmados las más de las veces por supuestas autoras nórdicas o alemanas, las autoras son en realidad un puñado de escritoras españolas, alguna de ellas muy conocida. Muy. Javier Reverte no es una de ellas, pero se lo está pensando. "Si ese es el secreto del éxito, tendré que buscarme un buen seudónimo femenino...", bromeaba la otra tarde. Pero no. Lo que va a publicar Reverte es El tiempo de los valientes (Plaza & Janés), biografía novelada de Juan Modesto, el único miliciano que llegó a general en la República.
Vuelve Amparo Baró a las tablas y vuelve con Agosto. El productor Enrique Salaberría llevaba tiempo detrás de reponer esta obra del norteamericano Tracy Letts de tanto éxito en Broadway y en Madrid hace dos temporadas, y lo ha conseguido. Agosto volverá en septiembre al teatro Alcázar, una vez cerrado el acuerdo con el Centro Dramático Nacional, que fue quien la produjo, y con Gerardo Vera, que la dirigió. De momento, la única actriz del reparto original que está segura es Baró. Los compromisos no se lo permitirán a Carmen Machi y el resto del magnífico reparto (Antonio Gil, Alicia Borrachero, Sonsoles Benedicto, Irene Escolar...) está aún por confirmar.
El modelo de bajo coste en el cine está haciendo estragos. A la magnífica iniciativa on-line ‘littlesecretfilm.com', en la que una serie de debutantes (entre ellos críticos de cine, como Jordi Costa) han realizado un largometraje bajo la condición de rodarlo en 24 horas y con presupuesto cero (con resultados muy sorprendentes), se suma ahora la propuesta colectiva Al final todos mueren, en la que una serie de directores, Javier Fesser es uno de ellos, ofrecen su particular visión del fin del mundo. "Porque tenemos la necesidad inmediata de seguir rodando", dice Roberto Pérez Toledo, impulsor del proyecto.