Cristóbal Halfter, George R.R. Martin, Jaime Salom y Mikel Olaciregui

La relación de Cristóbal Halffter con Kiel, la ciudad báltica, tiene pocas fisuras. En 2006 se representó allí Don Quijote, su primera ópera, inmediatamente después de su estreno absoluto en el Teatro Real; en 2008 se celebró en Kiel el estreno absoluto de Lázaro, y ahora, el 18 de mayo, se estrenará Novela de ajedrez, su tercera ópera, por encargo del Siemens Musikstiftung y con Daniel Karasek como director de escena. La obra está basada en la novela que Stefan Zweig escribió poco antes de suicidarse y Halffter lleva años con esa historia de Zweig en la cabeza.Voy a recordársela porque es fascinante: el campeón mundial de ajedrez, Mirko Czentovic, derrota en el tablero a todos los pasajeros de un viaje trasatlántico. Hasta que le para los pies el Dr. Berger, un hombre enigmático que la Gestapo había torturado y mantenido en aislamiento durante años, años que los pasó leyendo un manual de ajedrez y jugando cientos de partidas imaginarias. Cristóbal Halffter se la jugará en seis representaciones.

Me pregunto qué tendrá la Cineteca de Matadero de Madrid para que se haya convertido en un lugar de tránsito para los amantes del cine documental. Desde que Mikel Olaciregui, ex director del Festival de San Sebastián, se pusiera al frente de este espacio municipal -que cobra, eso sí, tarifas por proyección-, las sesiones se llenan y los preestrenos se suceden. Memorable fue el de Searching for Sugar Man, que presentó su propio director, el sueco Malik Bendjelloul, en una sesión realmente delirante. Propongo que lo contraten de por vida.

La Fundación Autor prepara un homenaje a uno de los nuestros, al dramaturgo Jaime Salom, que ha muerto recientemente y en silencio. A partir de la semana que viene, un coloquio en torno a su figura (en la Sala Berlanga de Madrid, con Ángel Fernández Montesinos, Ricard Reguant, Alonso Millán y Antonio Onetti), una exposición con objetos que han constituido su obra dramática, así como lecturas dramatizadas de varias de sus obras: Casi una diosa, Esta noche no hay cine, La pecera y el mar, La piel de limón y El corto vuelo del gallo, entre otras, removerán la memoria de parte de la historia teatral de nuestro país. No está mal que la SGAE se espabile.

La fantasía está de moda una vez más. Gracias, sobre todo, al éxito de George R.R. Martin y su Juego de tronos, tal vez también para evadirse de la aciaga realidad, los mundos imposibles poblados por dragones y princesas han vuelto a llamar la atención de los grandes editores. Hace unos meses RBA lanzaba su nuevo sello de ciencia ficción y fantasía mezclando clásicos y modernos como H.G. Wells o J.G. Ballard, y ahora es Mondadori la que anuncia nueva división del género. Se llamará Fantascy y entre sus primeros autores se contarán China Miéville, Paolo Bacigalupi o Concepción Perea. ¡Que vuelen los dragones!