José Donoso, Jafar Panahi, Carlos Cruz-Díez y Antonio López



Hay libros que cambian vidas, pero también pueden hacerlo algunas películas, contra toda esperanza. Hace treinta años, cuando el escritor chileno Alberto Fuget vio La ley de la calle, de Francis Ford Coppola, protagonizada por Matt Dillon, Diane Lane y Mickey Rourke, acababa de ser expulsado del taller de literatura de José Donoso, que creía que Fuguet no tenía condiciones como escritor y le había aconsejado que se dedicada a otra cosa. Se fue al cine y se quedó "pegado en el asiento. Salí y pagué de nuevo la entrada para volverla a ver. Me enseñó a tener una voz propia. Sí, tras ver La ley de la calle comprendí que Donoso estaba equivocado". Ahora Fuget debuta en el cine con un documental sobre el filme de Coppola, que podrá verse estos días en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires.



El gran Antonio López va a reinar en Japón durante meses. A finales de este abril llega a tres museos nipones la gran retrospectiva que le dedicó el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid en 2011. Primero irá al Bunkamura Museum of Art en Tokio, después al Nagazaki Prefectural Art Museum y, finalmente, al Iwate Museum of Art. ¿Se imaginan hasta dónde llegará la cola de japoneses con sus cámaras de fotos? Seguro que hasta la Gran Vía.



El pajarito chiquitico (sí, ese que se apareció al candidato venezolano Maduro con la bendición de Chávez) sobrevoló la otra tarde en la Academia de Bellas Artes. Se le concedía el premio Penagos de Mapfre al artista venezolano Cruz-Diez, tipo de fina e ingeniosa inteligencia, y en los corrillos se coló inevitablemente el pajarico, que remontó el vuelo cuando Antonio Bonet Correa anunció que la ceremonia se cerraba con "El canto de los pájaros", de Pau Casals, tocado al órgano por el ex director de la Academia, Ramón González de Amezúa (pajarito chiquitico también, ahora que lo pienso), y miró con complicidad indescriptible a Cruz-Diez, que la recibía divertido. Gran finezza, que diría el concejal.



El Musac apuesta estos días por el cine en primera persona. Producto del taller "Yo/nosotros" el centro leonés acoge un ciclo sobre cine autobiográfico que aborda la integridad y la identidad del ser humano ante la compleja realidad que vivimos. Para muestra, Esto no es una película, trabajo clandestino que el director iraní Jafar Panahi realizó durante su arresto domiciliario, o Mapa, la película de León Siminiani en la que narra su viaje iniciático a la India.



Gracia Querejeta ya tiene a punto su nueva entrega, Quince años y un día, el regreso a las pantallas de la autora de Héctor o Siete mesas de billar francés. Protagonizan este peculiar drama familiar la ubicua Maribel Verdú (que se la rifan los grandes directores), Tito Valverde, Arón Piper y Belén López. Aunque su estreno está previsto para junio podremos verla a concurso en el inminente Festival de Málaga.