Fernando Aramburu

- Lea la crítica de Europa y España en el pensamiento de Luis Díez del Corral, de J. A. González Márquez

Es habitual que a los hombres dados a ejercer el pensamiento en público les pongan etiqueta como si fueran prendas de vestir. De Luis Díez del Corral se dice que postuló el liberalismo democrático conservador. ¿Tres mil ochocientas páginas de obras completas despachadas con un apelativo? Dejando de lado las clasificaciones simplificadoras, Díez del Corral encarnó aquello que él tanto admiraba en su venerado Tocqueville: la figura del intelectual exento de dogmatismo. No es poco en un país de cíclicas convulsiones donde tradicionalmente se prefiere el temperamento al sosiego. Más irónico que porfiador, quienes lo conocieron aseguran que no lo estimulaban tanto las conclusiones como la investigación en sí y la sugerencia. Describió los problemas del pensamiento político ayudándose de la economía, la sociología y la historia, pero también del arte. Por ahí le andaba la sombra de Ortega. Fue un disfrutador razonable, un sabio.