Image: La tarde perfecta

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Opinión

La tarde perfecta

Por Juan Palomo Participe en el blog de Juan Palomo

6 septiembre, 2013 02:00

Isaac Rosa, Rafael Reig, Woody Allen y Andrés Calamaro

Sí, este septiembre nos trae buenos libros para leer, libros raros para leer y polemizar, y La habitación oscura, de Isaac Rosa. Libros-sorpresa también, como La tarde perfecta de José Tomás, de Simón Casas, apasionado empresario taurino, culto, seductor, artífice de aquella tarde perfecta de Nimes, que en realidad fue una mañana, en la que Tomás se encerró con seis toros... todo eso que seguramente ya saben. La sorpresa es lo bien que escribe Casas y las muchas cosas que cuenta en este libro que sacará Demipage el próximo 21, con prólogo de Andrés Calamaro (otra sorpresa). Eso de que el mundo se divide en dos,"los que estuvieron en la plaza de Nimes, y los que no estuvieron", que dicen los tomasistas, ya va a ser una verdad a medias.

El menú promete. De primero, El Gran Gatsby, de Scott Fitzgerald, por 8'95 euros; de segundo, Un momento de descanso, de Antonio Orejudo, por 17, y de postre, la poesía de César Vallejo, por 16 euros. Es la carta que ofrecía la semana pasada Fuenfría, la librería que Rafael Reig ha abierto en Cercedilla con la complicidad de Eduardo Gómez de Enterría, el librero de siempre del pueblo, con la intención de montar tertulias como la celebrada con Luis Mateo Díez, que deseó que fuese bien "el tránsito del librero esfinge al librero tarambana".

Los herederos de Faulkner andan frenéticos. Han demandado a Woody Allen por usar el nombre del novelista sin permiso; han vendido los derechos televisivos completos de su obra a la productora HBO, y además están subastando todos los manuscritos del Nobel habido y por haber. El caso es hacer caja antes de que se cumplan los 70 años que señalan la extinción de sus derechos de autor y el paso de sus obras a dominio público. Otro conocido ejemplo de la gran voracidad recaudatoria de los herederos de los grandes escritores estadounidenses es el de los familiares de Norman Mailer, el desdeñoso autor de Los hombres duros no bailan (ojo, HBO).

[El lector atento de El Cultural en papel habrá observado que un corte apresurado y torpe de última hora adjudicaba, o así podía parecer, a Faulkner la autoría de Los hombres duros no bailan, de Norman Mailer. Nada más lejos. Una tarde aciaga la tiene cualquiera.]

¿Que qué he estado leyendo este verano? Pues una interesante obra de teatro inspirada en los últimos días de Rafael Rodríguez Rapún, compañero de Lorca durante sus últimos años. La piedra oscura, de Alberto Conejero: apúntenla, es un brillante texto sobre la memoria y la necesidad de redención en la que la custodia de unos documentos son el último gesto de amor...