Jose María Lasalle, Gore Vidal, Gerardo Vera y David Lynch

Tiene José María Lasalle, el secretario de Estado de Cultura, ese gen elusivo común a la familia política de Rajoy, la de su partido, digo, no la de su mujer. Esa misma tibieza, ese hablar sin decir apenas nada, ese echar la culpa a otro (en este caso a Montoro). Leo en un titular de Abc: "Lo que nos coloca en el mapa global es nuestra cultura". ¡No me diga! ¿Y qué está haciendo usted por nuestra cultura? Y leo más: "Este Gobierno está intentando encauzar y corregir los problemas, que coinciden con el periodo más agudo de la crisis". Pues menos mal! Pero, señor Lasalle, ¿y la imaginación y el trabajo para cuándo?



El gran Gore Vidal, fallecido en 2012, no dejó un sólo centavo a sus amigos y familiares. Nada. El autor de Juliano el apóstata o Lincoln legó toda su fortuna a la Universidad de Harvard. Pues bien, los citados amigos y familiares han montado en cólera, claro, y, amparándose en el alcoholismo y la demencia que supuestamente acompañarían los últimos días de Vidal, han denunciado la herencia. Ha tenido que ser un amigo íntimo, que no quiere ser identificado, el que niegue la mayor y explique que "la ira era el modo por defecto de Gore".



Gerardo Vera está poniendo el listón muy alto. Es el director de moda. No ha terminado de disfrutar el éxito de Maribel y la extraña familia cuando ya ha puesto sobre las tablas madrileñas El crédito, que protagonizan Carlos Hipólito y Luis Merlo. Lo mejor es que para mediados de diciembre lleva al Español uno de los taquillazos de la cartelera británica, El cojo de Inishmaan, de Martin McDonagh.



Estando como están económicamente tiritando los museos de Castilla-León (Herreriano, Musac, Esteban Vicente, CAB...), como casi todos los demás, por otro lado, ¿será verdad que la Junta sigue subvencionando a la insólita Fundación Gabarrón? ¿Por qué?



En su reciente visita a Madrid no despejó la incógnita. ¿Volverá David Lynch a hacer cine? Mientras esperamos, su universo se hace musial y pictórico. Aparte del álbum The Big Dream que acaba de editar, el artista presenta la exposición "Naming" en Los Angeles. Aún recuerdo la antológica, impactante exposición de sus pinturas que le dedició el Pompidou en 2007. Francis Bacon la hubiera aplaudido.