Fernando Aramburu

En una entrevista de 2012 para el periódico Die Zeit, la catedrática de Física, Lisa Randall, rehusó emitir dictámenes sobre cualesquiera fenómenos exentos de validación científica. Se entiende la cautela de una ciudadana procedente de un país en el cual un sinnúmero de personas todavía confiere a los relatos de la Biblia categoría de verdad. Estas personas tienden a enojarse (algunas agreden) cuando alguien, en su presencia, osa afirmar la naturaleza arbitraria de su certidumbre. Lisa Randall, más modesta, se conforma con entender las leyes de funcionamiento del Universo. En esto no se distingue de Galileo cuando invitó a sus temibles detractores a asomarse al telescopio. Pero las preguntas alusivas a la religión, como se ve en la entrevista de Die Zeit, son inevitables. No por nada, sino que Dios ha tomado la costumbre de retirarse de cualquier punto del cosmos adonde llega la mirada científica del hombre.