Jorge Herralde, Luis Miñarro, Manuel Olveira y Javier Tomeo

Festín de inéditos póstumos del gran Tomeo a la vista. Dentro de unos días, Páginas de Espuma publicará un sabroso volumen de sus últimos e inéditos microrrelatos que el propio Tomeo tituló Literatura de precisión pero que al final acabará llevando el más sugerente de El fin de los dinosaurios. Y algo más tarde Anagrama servirá el plato fuerte, El amante bicolor, la novela que el autor entregó a Jorge Herralde, "con un entusiasmo desbordate" desde el hospital, días antes de morir. Entusiasmo compartido, seguro, por los lectores expectantes.



Nada como dejar al tiempo hacer. El MUSAC decidió esperar a que el tiempo devolviera la normalidad a la institución leonesa tras la escandalosa llegada de Manuel Olveira a la dirección en aquel penoso episodio que puso al mundo del arte en pie de guerra. Y parece haberle funcionado. Los artistas poco a poco se dejan querer por su programa; también los comisarios, a quienes la afrenta del director ya no les parece tan grave. La Fundación Siglo vuelve ahora a abrir el grifo de adquisiciones para su colección y Olveira se plantará en ARCO con la chequera por delante. A ver quién es el guapo que ahora le vuelve la espalda. Qué rápido se olvida todo...



El prestigioso Festival de Cine de Rotterdam, cuna y referencia del cine más revulsivo, acoge en su competición el nuevo fime dirigido por Luis Miñarro, ese lunático productor de grandes joyas del cine español que si no existiera habría que inventarlo. Es su tercera película, se titula Stella Candente y se centra en el breve reinado de Amadeo de Saboya. No será el único español en el festival que descubrió a Mercedes Álvarez (El cielo gira), también se verá fuera de concurso lo nuevo de Sergio Caballero (que ya ganó con Finisterrae), y dos debuts que habrá que seguir de cerca: Sobre la marxa y Hotel Nueva Isla. Para que luego digan que nuestro cine no viaja.



Paco Azorín hará este año doblete en el terreno operístico. En marzo presenta Tosca en el Liceo, con una puesta en escena que desconstruye la obra de Bellini para profundizar en sus rincones más recónditos. Y en abril llegará al Canal con La Voix Humaine, de Poulenc (y texto de Cocteau): una "tragedia lírica" con un solo personaje en escena (María Bayo) pero de una intensidad emocional demoledora.