Fernando Aramburu

Y de repente estaban los muertos ahí. Ciento noventa y uno. Y, a continuación, la niebla de la desinformación, de la incompetencia incluso para mentir. Mentiras que no protegen de nada ni procuran ventaja frente a nada ni frente a nadie, sino que prolongan la debilidad de la nación. Mentiras que colman enormes huecos de incapacidad, de gestión errática y soberbia. Hoy sabemos más gracias a la iniciativa perseverante de Fernando Reinares, catedrático de Ciencia Política. Se agradece que haya alguno entre nosotros que dedique esfuerzo y tiempo a la búsqueda de la verdad. Y a buscarla se fue el investigador y la encontró también en los desiertos remotos y las montañas lejanas. Se ha dicho que la sociedad española no estaba preparada para aquellos atentados. ¿Lo estaría ahora para un suceso similar? Y puestos a preguntar, ¿hemos aprendido de todo aquello algo que nos haga menos vulnerables?